Lunes 11 de enero, lunes de estrenos, variadas opciones nos presenta la pantalla chica este inicio de año. Netflix presenta el documental Crack: Cocaína, corrupción y conspiración, podremos ver los poderes de una droga barata barata como la carne de gato. HBO estrenará La peste, tan acorde con nuestra realidad. En Amazon prime se estrena la tercera temporada de American Gods, temporada esperada con ansias desde hace un ratito.
Tres, tres, tres. Múltiples
cadenas televisivas, públicas y privadas, de un país con aires de cuarta,
estrena la tercera temporada de: Aprende en casa.
El público está ávido por
atragantarse con el contenido visual. Seguramente devorará fotograma por
fotograma cada uno de los estrenos. No sabemos a ciencia cierta cómo será
digerido tanto contenido.
Los dueños de Netflix, HBO y
Amazon ganan dinero por cada vista. Quieren llenarle los ojos al espectador de
imágenes, sonidos e historias; buscan enganchar al televidente a un ritmo de
consumo fluido y atiborrado. Para las empresas de entretenimiento audiovisual,
lo importante es mantener el interés, ingresos saludables.
La SEP también gana con cada
vista, justifica sus gastos, acumula puntos para presumirlos en sus informes.
Hay otro punto de encuentro
importante entre la gente al frente de las plataformas de streaming y las autoridades
educativas de México, además de las ganancias. Nos quieren enseñar a desear, o
por lo menos eso dice por ahí un filósofo de origen esloveno. ¿Qué desear? Esa
es la cuestión. Querer y lograr tienen bordes muy cercanos y al mismo tiempo,
poseen márgenes de error muy grandes.
El asunto de la enseñanza a
través de la televisión se aparece entre las palabras; y no es uno simple y
llano, se trata de conseguir la atención del televidente… como primer paso.
La enseñanza, al día de hoy, no
se trata de la instalación de un software, está lejos de parecerse a la
actualización de un sistema operativo. La educación está del lado de los
procesos, se encuentra en la lógica de la digestión.
¿Será que Aprende en casa III es
contenido de primera calidad y se encuentra listo para ser consumido y no
generar gases, agruras ni malestar estomacal? ¿Será que los niños y
adolescentes del país olisquearán cada uno de los episodios y los devorarán con
enjundia? ¿La tercera temporada de esta serie tendrá los nutrientes necesarios
para mantener con esperanzas a la infancia nacional?
Como todo proceso digestivo, el
alimento no solo es importante, es fundamental; sin embargo, un alimento, aún
si fuera de calidad, no sirve de nada si el esófago se encuentra destrozado, o
si las enzimas son escazas o
inexistentes; no será posible asimilar los nutrientes.
Estamos llenos de estrenos, habrá que irnos con cuidado, hay
que supervisar como nos empacamos los contenidos televisivos, no vaya a ser que
nos dé diarrea.
Publicado en periódico IMPAR 11 de enero 2021.
México.
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