jueves, 14 de octubre de 2021

A siete años

Tarde es luego

¿Y dónde está la verdad?

La buscamos en los basureros

En las gargantas de los malvivientes

Se fueron 43 y no volvieron

Se perdieron en ese límite de la vida y la muerte

Se desperdigaron rugidos de impotencia

Necesitamos llenar de carne una verdad perdida

Esos 43 se han quedado sin cuerpo

Quizá por eso se desplazan entre las palabras con tanta agilidad

Son revoltosos, mártires, estudiantes y víctimas

Mis niños

También se me han caído en el bache del heroísmo

¿Por qué lucharon?, ¿contra quién?

¿Y si moldeamos nuevos niños héroes para nuestros libros de historia?

Mocosos sin suerte

Quedaron en medio de un pleito ambiguo

Luego hablaron los importantes

¿Quién sabe?, ¿quién supo?

Edificaron comisiones

Enarbolaron la verdad, se exigió justicia

Justicia y Verdad

¡Queremos justicia, queremos verdad!

¿Quién las tiene, a quién se las pedimos?

¿Será que los señoritos enverdecidos con sus pistolitas y tanquecitos nos las pueden dar?

Tan bonitos con sus caras de palo

Tarde es luego

De pronto, después de siete años

Sí sabían algo

¿Qué hacer con las ausencias?

Ellas tan sacras, devoran verdades y justicias

Construimos hombres semillas

Necesitamos héroes, hombres que se sacrifiquen, ¿hombres sacrificados?

Los lanzaron al sacrificio sin preguntarles

Ahora solo queda imaginarlos, agigantarlos y pedirles que nos cuiden.

Figuras que nacieron en la polvareda,

se esfumaron en la corredera y 

renacen para luchar por nosotros. 

jueves, 30 de septiembre de 2021

Reseña de La señora Dallaway de Virgina Woolf


Me encontré con la novela en el sillón de la sala, en la cama, en el escritorio, un rato en la cocina, en lo que el agua para mi café se calentaba; hubiera sido más adecuado un té. Nunca nos encontramos fuera de casa, fuera de la comodidad de mi departamento. 

Seguí las letras del texto en silencio, en los lugares más comunes, más silenciosos. Tal vez hubiera sido más adecuado leer a la señora Dallaway en una casona de Londres; pero se hizo lo que se pudo. Si tan solo hubiera podido silenciar a la camioneta que me recuerda que puedo vender el fierro viejo que tengo, al camión de la basura y al barullo del tianguis que se pone debajo de mi casa los jueves, tal vez hubiera entrado un poco más en la atmósfera.

Los personajes de la historia, viven en una burbuja con formas y costumbres tremendamente diferentes a las mías. Las escenografías que el texto delinea me llevan a sitios grises, poco atractivos e incómodos, me recuerdan uno de los primeros XV años a los que asistí. Recuerdo que no había sido invitado por la quinceañera, mis amigos me llevaron a fuerzas, tenía que llevar traje al evento, no contaba con uno, así que tomé prestado un traje de mi papá, no éramos muy diferentes en altura; sin embargo, pesaba 30 kilos menos que él. El pantalón me nadaba, el saco escondía mis manos y robustecía mi espalda, mi cabeza, de por si pequeña, se veía diminuta. Me sentí descolocado durante toda la fiesta. Así me sentí con la novela. 

A cada línea que avanzaba, más incómodo me sentía. A ratos me perdía entre las líneas, a ratos me enganchaba con algún pensamiento suelto de Septimus o de Kilman. 

Fue una experiencia contemplativa, con pocos subes y bajas. Sobretodo plana. Mis ojos miraban al horizonte, a veces con melancolía, otras con angustia.  

Leer a Virgina fue como beber agua tibia en una taza de cerámica blanca, pasaba los tragos como pasaba las páginas; con un sabor neutro en el paladar. Solo que, así como Septimus, entre un sorbo y otro me tomé unas pastillas de bromuro. Terminé de pasar mis ojos por las letras y dejé el libro como si nada, un poco de hastío recubrió mi piel. Pero a las horas, la cabeza me daba vueltas, el sentido de la vida se me diluía en el agua tibia. Se me abría un hueco en el estómago. La superficialidad y la profundidad se mezclaban en mi propia cotidianidad. 

Les dio fiebre a mis preocupaciones al punto del desmayo, se me inflamaron, tuve que comenzar a desmenuzarlas para enfriarlas, ponerlas en perspectiva. Comencé a ver las ventanas demasiado abiertas, pasaban los minutos y yo sentía como iba perdiendo el sentido de la proporción. 

Afortunadamente ya pasó el efecto. 

¿Quién narra la historia? Ese ser tan aséptico que todo lo sabe, que describe con tanta exactitud y con tan poca víscera. Una pluma con un ojo cristalino que va haciendo acotaciones, describiendo paisaje y dejando hablar a los personajes como en una obra de teatro.
 
La voz que cuenta no tiene pasiones, ni intereses, tampoco sueños, es imparcial, objetiva, dura. Me da comezón leer los recuerdos, miedos, acciones y deseos de los personajes en las letras de la escritora suspendida en los aires. Los ojos omnipresentes que escribían la historia carecían de carne, de deseos, miedos y recuerdos. La narradora nos habla de sus pasiones a través de los personajes, les da voz a ellos para poderse hacer escuchar, para poderse aventar por la ventana frente a la angustia que le pellizca los muslos, solo a través de ellos se enamora de otra mujer, le grita al mundo que las formas de su clase paralizan sus pulsiones o puede sentarse en la penumbra a inflamarse de atrabilis. 

Virginia ofrece un paseo por un universo repleto de rincones, pasadizos secretos y dolencias fantasmagóricas. No necesita describir el cuerpo ensangrentado de Séptimus sobre la acera para decirnos que ya no está más aquí, tampoco necesita desgarrarse las ropas y esconderse en el armario para mostrarnos que el sentido se diluye, que la tristeza arropa sus entrañas. Basta con que Peter no se atreva a decirle cuanto ama a Clarissa para que ambos personajes se sumerjan en la desolación; con mirar un automóvil para imaginar a sus pasajeros. 

En esta novela los detalles, los gestos y las omisiones llenan al ambiente de tensión, ambivalencias y deseos. No necesita llenar las calles de furia, hacer temblar la tierra con sudor y lágrimas para llevar a sus personajes al despeñadero. 

Regreso al sillón, miro a mis adentros, pienso en la señorita Kilman, ahí, en el abandono, paseando entre las tiendas de ropa, acariciando las telas, perdida en sus tristezas, caminando hacia ningún lugar.

miércoles, 14 de abril de 2021

El caballero que no acepta el no

Caballero templario 
Rojo carmesí se asoma por el espacio
Soltaron al perro
No es un perro, es un toro
Atacó a una, ataco a tres, a cuatro, cinco, diez. 
Caballero ganador encaja el diente 
Muerde, prensa, desgarra a su víctima
Y lo respalda el rey
Ese rey, que al llegar a casa es recibido por un coro de soldaditos que le acarician el oído al unísono
Varias cornadas ha dado el torito
Querido por varios caudillos en un territorio de ciegos dientones
Nada importa el rojo en la tierra, el miedo en el aire, los gritos de tantas
Fiestas por la ciudad y carnavales en los poblados
Ese toro parece borrego trasquilado
Harta lana salió de él, Nadie sabe quien pagó la fiesta
No hubo fiestas, fueron reuniones íntimas
No hubo violación, no hubo acoso
Solo hay palabra del señor 
Te alabamos señor
Ya en el tren, el boletero se acercó 
¿A dónde va señor? 
El toro, la quiso hacer de torero. 
Evadiendo políticas en la compra de su boleto
Payaso del rodeo, no comprobó como había llegado a la terminal del tren
El boletero, hizo su trabajo
Ya abajo del tren, nuestro personaje, a veces borrego, a veces toro, a veces caballero de la edad media, a veces violador y a veces amigo del rey, hizo pucheros.
Él, como buen caballero, no acepta un no. No acepta el no
No acepta el no
No, no, no.
Ahora enojado y emberrinchado quiere volar en mil pedazos al tren
Esta furioso con el boletero, lo amedrenta
Vaya que sabe amedrentar 
No, no, no
Caballero descarriado
Con el rojo carmesí en los ojos, en las manos, en el cuerpo
Anda suelto el perro
No es un perro, es un toro 

lunes, 1 de marzo de 2021

Escuelas amenazan con abrir

Según la página oficial del gobierno de la Ciudad de México, la ocupación hospitalaria para el 26 de febrero del 2021 era del 53% y había 3100 camas generales  ocupadas. No es tanta la gente hospitalizada, además; según estos reportes, había 2749 camas listas para ser ocupadas por quien lo solicitara. Ahora es más fácil enfermarse y acceder a una cama en un hospital si la cosa se complica. Desde el 25 de marzo del 2020 se ha hecho seguimiento respecto a diversas situaciones de salud derivadas del Covid-19, por ejemplo, el número de personas entubadas para el 25 de marzo era de 33 personas, el 25 de febrero, se registraron 1660 y el número máximo de entubados para la ciudad  fue el 16 de enero, con 2412. 
Rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta, gris, café, guinda. Estamos en medio de una catástrofe sanitaria. Los muertos se pintan de colores, la gente delicada en los hospitales se amontona, las tristezas se arremolinan en el ambiente; también la pobreza crece, los negocios quiebran. 
Cada día se anuncian nuevas reaperturas, piden que extrememos precauciones, que vayamos a los restaurantes a comer, pero con mucho cuidado, las plazas ya abiertas tienen un máximo de aforo. Las personas están ansiosas de generar ingresos, las empresas buscan levantarse de la golpiza a la que han sido sometidas. 
Tal es el caso de las escuelas. Ya se armó el borlote, parece que va a haber una cacería de brujas a partir de hoy. Unas cuantas escuelas amenazaron con abrir a partir del 1 de marzo del 2021, la SEP ya se pronunció, la Asociación Nacional de Escuelas Particulares con su lengua de fuego clama por restablecer los “derechos violados”. La idea, según Sheinbaum,  es que el Instituto de Verificación Administrativa haga llamadas de atención, no se pretende clausurar escuelas. Además ya sabemos que si te apellidas Salinas Pliego, o portas cualquier otro apellido que se encuentre dentro de la lista de los poderosos del país, tampoco pasa nada si abres tu changarro.
Las situación económica es complicada y las condiciones de salud están lejos de ser verdes y frescas como la menta. La muerte continúa burbujeando en los pulmones de los chilangos, se sigue respirando un olor pútrido de las alcantarillas de nuestras calles, los crematorios siguen humeando desesperanza.
Si apostamos por las escuelas como negocios, como guarderías, como espacios para que los niños no estorben, urge la apertura de las escuelas, tanto como los restaurantes, los gimnasios, los cines. Cuidémonos mucho y tomemos los riesgos que se están tomando para tantos negocios que con estas medidas se aferran a no desaparecer. 
Es obvio que las escuelas particulares son negocios. 
¿Qué son las escuelas públicas para las autoridades? ¿Qué objetivos deben perseguir? Mas allá de preguntarnos por los plazos en los cuales van a abrir. ¿Para qué tendrían que abrir? Es necesario abrir el debate, si nos quedamos con los reportes de la SEP, pareciera que ni siquiera es necesario reabrir los centros escolares. La educación a través del televisor ha sido todo un éxito. 
¿Será que la educación está en verde, o tiene mil colores impregnados de ignorancia y desinterés? 

Publicado en periódico IMPAR 1 de marzo 2021. 
México.

lunes, 15 de febrero de 2021

No manches Frida

 Remembranza del éxito injustificado del profe sustituto


En 2016 se estrenó en México “No manches Frida”, una comedia romántica que solo en la primera semana acumuló más de 90 millones de pesos. Este refrito, con sabor a aceite quemado de: Fack ju Göthe, una película alemana, hace el retrato de una escuela de nivel bachillerato en México. Alumnos, directivos y profesores en el clímax de un ambiente impregnado de violencia y apatía, dan un giro de 180° cuando un personaje sin interés por la educación, cuya máxima es el dinero, que obtuvo su certificado de secundaria solo porque se inscribió a los cursos en el reclusorio del cual acaba de salir, aparece como profesor substituto.

Peliculón cargado de mensajes poderosos e inspiradores. Además de una historia de amor, que implantó mariposas en las pancitas de todos los espectadores, esta película es un bastión en la mejora educativa del país.  

Cinta llena de experiencias pedagógicas, tanto para los ciudadanos como para las autoridades educativas.

A los adolescentes y adultos, nos llenó la cabeza de enseñanzas clave, como muestra van dos botones: Es gracioso y sexy abusar de las mujeres, pendejearlas; los jaloneos, golpes y la humillación siempre pueden ser interpretados como bromas.

A las autoridades les entregó en bandeja de plata un precepto tan valioso que algunos eruditos llaman "el vellocino de oro de la educación en México".

¡Cualquiera, o lo que sea, puede substituir a un maestro preparado!

Cuando la pandemia cubrió el territorio nacional, la SEP tomó la inteligente decisión de cerrar las escuelas. Con este acto, no solo salvaguardaba la vida de los estudiantes, también desactivaba potencialmente bombas humanas. Al interrumpir las clases, instauraba un freno a la movilidad del país; las reuniones en los salones de clase y los traslados que hacía la comunidad escolar, de su casa a los centros escolares hicieron una pausa, ayudaron significativamente a reducir la velocidad con la que los ciudadanos se infectaban y morían. Después, un cúmulo de otras decisiones gubernamentales, avivaron la llama de la pandemia y nos inundamos de infectados, hospitalizados y muertos. No solo ha sido responsabilidad del gobierno, los ciudadanos hemos mostrado una ignorancia y un valemadrismo desmesurado frente a una situación que supera con creces las dinámicas de nuestra sociedad.

Los centros escolares se vaciaron por las razones adecuadas, se antepuso la vida de las personas, sobre su educación.

Ya sin los maestros al frente de los grupos, se apareció la necesidad de continuar con la educación desde otras ventanas. ¿Cómo sustituimos a los profes?, se preguntaron las autoridades educativas. Lo que se nos ocurra va a funcionar, se dijeron a sí mismos  .

Si Ezequiel, un muchacho, ignorante, grosero, violento, cuya mayor meta es hacerse de un dinerito que robó pudo convertirse en el mejor profesor de toda una escuela, Las televisoras que por cierto se parecen tanto a Ezequiel, van a formar mejores estudiantes de lo que lo hacían tantos maestros en el país.

Esta Peli, tuvo su secuela, cuyo éxito, supero a la primera; así “Aprende en casa”, sus secuelas están llenas de éxitos y bendiciones. 

Publicado en periódico IMPAR 15 de febrero 2021. 
México.

Escuelas privadas, negocios moribundos

Miles de padres de familia perdieron sus trabajos y les fue imposible continuar pagando colegiaturas; otros, prefirieron poner en pausa las actividades escolares de sus hijos y reanudarlas más adelante. Hay otros tantos que no ven diferencias significativas, durante la pandemia, entre incribir a los crios en escuelas privadas y matricularlos en públicas.

Muchas escuelas privadas en México están en aprietos económicos, unas, ya desaparecieron, otras están rozando los límites de la bancarrota. Un conjunto pequeñín de estas escuelas están asociados a la Asociación Nacional para el Fomento Educativo y la Asociación Nacional de Escuelas particulares(ANEF-ANEP); es decir, pagan una cuota por pertenecer.

Todas las escuelas privadas tienen teóricamente el objetivo de formar ciudadanos, brindar educación de calidad a sus estudiantes. Teóricamente su trabajo está enmarcado en la pedagogía; sin embargo, antes que espacios regidos por la teoría, son negocios, comercios regidos por la oferta y la demanda, son espacios ávidos de clientela. Sin clientes, las escuelas privadas desaparecen. Sin lana, la educación privada se esfuma del mapa.

Muchos negocios educativos se han borrado del panorama, al igual que otros tantos negocios con infinidad de rubros que van desde el deporte hasta las agencias de viajes. La ANEF-ANEP está velando por los intereses de sus socios, necesita encontrar veredas que den respuesta a las problemáticas económicas por las que están atravesando sus escuelas.

La semana pasada el presidente de la ANEF-ANEP, Alfredo Villar Jiménez hizo declaraciones muy claras con respecto a las directrices que ha tomado la SEP y que han afectado el flujo de dinero de los comercios educativos. Declaraciones que tienen de fondo contornos monetarios. Su discurso está superpuesto en vigas delgadas y quebradizas que tienen inscritas en sus caras los derechos humanos. ¡Hay que clamar por la salud socioemocional y por una apertura de las escuelas de manera segura. Amenazó con abrir las escuelas a toda costa, mostró los dientes y gruño palabras intimidantes. #Amparo, #instancias legales.

No es tan complicado el trámite para burlar las consignas de las autoridades educativas, basta que le pregunten a su buen amigo Salinas Pliego como meter “un amparo para con estricto apego a la ley defender su derecho a elegir en libertad cómo reciben su educación y garantizar que esta sea de la mejor calidad” Armar centros comunitarios de aprendizaje y abrir sus escuelas descaradamente.

¿Será que están velando por la educación de calidad en el país? En el fondo de la discusión, no está la calidad, ni en este negocio, ni en el de la educación a través de la televisión.

En ambos discursos está el señor Salinas Pliego, por un lado, es dueño de la escuela que chillotió, interpuso su amparo y abrió sus puertas, sin importarle lo que el gobierno le impusiera; por otro, es propietario de la cadena televisora que cobró una buena lana para proyectar clases a distancia y asegurar la educación de calidad de millones de niñas y niños.

Está buenísimo poner en duda la calidad educativa de las alternativas que se ha desarrollado durante la pandemia. Pero, generar una discusión en torno a la calidad educativa con las gafas del negocio resultará soso e inutil. 

Sea cual sea el rubro de los negocios que penden de un hilo en el país, es necesario generar posibilidades que apoyen y den oxígeno.

Publicado en periódico IMPAR 1 de febrero 2021. 

México.

Día internacional de la educación

Hoy se lleva a cabo un festival para celebrar el aprendizaje en el planeta. Por tercera ocasión consecutiva, en medio de una pandemia que ha dejado a millones de niños sin posibilidad de continuar con sus estudios, se celebra el día internacional de la educación. El mundo entero vive una crisis educativa. México, en conjunto con un montón de países, se ha enfrentado a una serie de retos que lo sobrepasan de continuo. Las desigualdades educativas que eran inmensas, se han hecho abismales. Los niños que tenían rezagos significativos, aquellos que se miraban hasta atrás de la fila en la lejanía, ahora se han perdido detrás del horizonte.

La Unesco invita a apostar por una educación resiliente, salvaguardar la educación a través de inversión. Hay que apoyar a los maestros, tomar todas las medidas necesarias para abrir las escuelas de manera segura e inclusiva.

Darle vida a la educación, requiere de compromiso en estos tiempos tan complicados y llenos de muerte. La educación esta desahuciada, no solo requiere de descanso y vida suero oral; está convulsionando, los riñones le fallan y hay posibilidad de daño cerebral. Necesita de propuestas innovadoras dispuestas a ser escuchadas, en el área de urgencias está recostada en el pasillo, a la espera de una camilla y un diagnóstico oportuno. Por el charco de sangre  que ha dejado en las últimas horas, se deduce fácilmente que requiere transfusión. Desafortunadamente en el hospital hay muchos heridos.

Se juzgan en el ambiente los pobres intentos televisivos por parte del gobierno para dar continuidad a un proyecto educativo resquebrajado, se habla de las carencias digitales y las brechas de desigualdad que se pintan sobre el territorio. Los padres hartos con herramientas inútiles y los profesores ausentes en la distancia. El alumno desdibujándose en el paisaje susurra palabras inconexas.

Este panorama es real, está lleno de carne y desinterés; sin embargo, no todo es blanco y negro, hay un ejército de maestros pugnando por dar aliento a sus estudiantes, mentes innovando de continuo estrategias para estar más cerca de sus pupilos. Hay esfuerzos inmensos que todos los días cambian vidas enteras, y en medio, una gama de grises que dan relieve a nuestra realidad.

Es un día para recordar que la educación es un derecho humano, un concepto que presume universalidad y al mismo tiempo, justifica su existencia en la carencia. Un derecho que subraya un número inmenso de siluetas viviendo en la indignidad humana. Un derecho que combate la ignorancia.

La variable del maestro, en la operación algebraica de la educación, es muy valiosa. Los interesados en enseñar, tienen ideas que podrían poner en movimiento los engranes oxidados del sistema educativo.

En este día  la Unesco abre un panel a profesores para que hablen de cómo han innovado. Es un buen pretexto para abrir el micrófono a los maestros en México y escuchar que propuestas tienen. Hoy es oportuno invitar a las autoridades en materia educativa a escuchar.

Publicado en periódico IMPAR 25 de enero 2021. 

México.