El pasado jueves, 10 de diciembre, el senado aprobó por unanimidad la ley general de educación superior, una ley llena de promesas. El derecho a la educación superior se mira más de cerca. Palabras como gratuidad, oportunidades y equidad se escuchan más claro y fuerte.
Se aprobó una ley que llena de
expectativas las cabezas de los más jóvenes. Circunstancias más justas para las
nuevas generaciones nos susurra la cámara de senadores. Con letras chiquitas se
lee con dificultad, que esto de la inyección de capital a la educación superior
va a suceder cuando haya más lana, ahorita no existirá un presupuesto robusto
para dar inicio a esta carrera.
El problema de esta ley no solo
está en las letras chiquitas, sin duda, es importante que se trabaje en
políticas públicas que marquen un camino, un ritmo que brinde oportunidades más
equitativas entre sus ciudadanos; es importante remarcar la autonomía que deben
tener las instituciones universitarias, dar claridad y seguridad a los
trabajadores del sistema educativo de nivel superior, repensar las líneas
educativas en un marco de derechos humanos.
El gobierno ha decidido ponerse
como meta aumentar el número de alumnos matriculados en los diferentes niveles
educativos, la educación universitaria no escapa de esta. Más allá de empujar
sin ton ni son por todos los flancos al país para matricular a más jóvenes en
educación superior, es necesario alejar la mirada dos segundos y analizar los
motivos que llevan al gobierno a querer inflar el número de mexicanos con un
grado de estudios mayor y sobre todo, preguntarse por qué las personas quieren
acceder a instituciones de educación superior.
Se ha formado un halo místico
mágico alrededor de las universidades. A mayor grado académico, mayores
oportunidades de superación laboral. Más educación equivale a mayor ingreso
económico.
Hay una serie de promesas
inscritas en las paredes de los centros universitarios, Si estudias, tendrás
más oportunidades de ganar más dinero, lo que se traduce en la capacidad
consumir más. No se trata de aprender, no hay un deseo por saber, en muchos
casos no importan los conocimientos que se adquieren, la lupa está puesta sobre
las oportunidades económicas que se abren.
Con esta ley se divisa un camino
hacia la obligatoriedad en la educación superior, si con la educación media
superior no podemos.
Por un lado tenemos desigualdades
y falta de oportunidades y por el otro, tenemos un ejército de mexicanos con
papeles que certifican sus estudios en el nivel básico, medio, medio superior y
superior que no cuentan con las herramientas esperadas, que carecen de los
conocimientos y habilidades mínimos necesarios.
Hay que abrir un espacio de
reflexión en medio de esta ley, es el pretexto perfecto para preguntarnos por
el sentido de la educación. Si la educación solo tiene como objetivo brindar la
oportunidad a los mexicanos de ganar más dinero y los niveles educativos solo
son guarderías de niños y adolescentes, esta ley carece de sentido; ni reducirá
las brechas de desigualdades, ni mejorará la calidad educativa.
Escrito el 12 de diciembre del 2020.
México.
Gambling in Las Vegas - MapYRO
ResponderEliminarFind 경주 출장샵 the cheapest and 김제 출장샵 quickest way to get 밀양 출장샵 from 보령 출장마사지 Gambling in Las Vegas 대구광역 출장마사지 (Las Vegas) to the nearest airport with MapYRO. Find the cheapest and quickest ways to get from