El pasado viernes 13, La cámara de diputados aprobó el aumento dramático del presupuesto propuesto del 2021 para las escuelas normales. Un puñado de personas jugando al monopolio, distribuyendo dinero a altas horas de la madrugada. Desvelados, con chinguiñas en los ojos, decidieron mantener con vida a las normales de este país.
Hasta hace unos días creíamos que las escuelas normales morirían de un solo tajo.
Imagino a estas escuelas personificadas en un malvado muchacho en medio de la plaza pública, con las manos amarradas detrás de la espalda, los ojos vendados y los pies descalzos, mugrosos y llenos de callos; esperando a ser colgado en medio de abucheos y mentadas de madre, acusado de cientos de delitos horrorosos: delincuencia organizada, vagancia, acoso desmedido al gobierno, robo, disturbios al orden establecido, exigencias irracionales e invención de desapariciones forzadas, entre otros.
Justo en el momento en el que el verdugo se disponía a jalar la palanca que abría un hueco en el suelo de madera y dejaba caer el cuerpo vivo del personaje malvado de nuestra historia, justo cuando este cuerpo vivo se disponía a dejar de latir, justo cuando las cervicales se iban a colapsar y los nervios se iban a desconectar, Adela Piña Bernal, presidenta de la Comisión de Educación, abogó por nuestro personaje. ¿Habrá sido justa esta intervención? La defensora de esta personificación no alegó inocencia. La justicia se desdibujó en el momento justo.
Adela, logró conseguir para las escuelas normales un poquito más de 170 millones de pesos, mucho más de lo que se tenía previsto. Jurábamos que el presupuesto sería reducido a cenizas; sin embargo, antes de que la columna vertebral de nuestro acusado diera su último latigazo, una mujer entre la muchedumbre de la plaza clamó clemencia. Los cargos no fueron retirados. Nuestro muchacho sigue siendo un maloliente, un malviviente que abusa de las dadivas del gobierno y siempre está incomodando a la administración en turno con exigencias absurdas.
Nuestras escuelas normales son productoras de problemas sociales, cuando no traen mala publicidad, alegando 43 desapariciones forzadas en medio de irregularidades que abren un hueco en la podredumbre del gobierno, están alzando la voz diciendo verdades fastidiosas que nadie quiere escuchar, o luchando batallas perdidas en octubres ya casi olvidados. De cuando en cuando, nuestras normales están formando maestros que abren la posibilidad de educación en medio del desinterés y la desigualdad.
Adela no consiguió que a nuestro personaje se le desamarraran las manos, únicamente detuvo el palancazo final. Nuestro muchacho pasará el 2021 encerrado en una jaula chiquitita sin agua ni comida. Ya veremos cómo lo encontramos en el 2022
La cámara de diputados ya decidió, no queda mucho que hacer por ese frente, los billetitos ya se repartieron; sin embargo, circula en las redes una solicitud al Presidente de la República y al Secretario de Hacienda que al subejercicio federal 2020, sea reasignado el presupuesto para que las escuelas normales públicas del país tengan recursos que les posibiliten desamarrarse las manos.
Aquí la liga:
Publicado en periódico IMPAR 17 de noviembre 2020.
México.
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