lunes, 28 de diciembre de 2020

A casi 100 años de la SEP

Desde octubre de 1921 México tiene secretario de educación pública; el primero fue José Vasconcelos, quien se dedicó a luchar contra el analfabetismo, impulsó la escuela rural e inició la edición de libros gratuitos entre otras iniciativas. Este personaje fue chile de todos los moles, director de la Escuela Nacional Preparatoria, revolucionario, escritor, filósofo, candidato al gobierno de Oaxaca, a la presidencia de la república y hasta fascista. Tenía un proyecto de nación, creía que era importante construir una identidad nacional para lograr obtener un crecimiento político, económico y social. Esta identidad solo era posible a través de la educación. Consiguió para la Secretaría de Educación presupuestos muy superiores a los que se habían dado en toda la historia.

Desde Josecito hace algunos años, hasta nuestros días, han pasado por este puesto decenas de hombres, con excepción de Josefina Vázquez Mota en 2006 y próximamente Delfina Gómez Álvarez. Piezas intercambiables, habitualmente a merced de los deseos del presidente en turno. Figurillas que por lo general, antes de un interés genuino por la educación, lo tienen por el hueso, mantenerse activos en la política mexicana es su principal ambición. Rasgo que está presente en todos nuestros políticos.

Moctezuma ya se va. Lo mandan a otro lado que nada tiene que ver con la educación, no hay que estar triste por él, alegría nos debe de dar, seguirá viviendo del erario público. El hueso que le dan también está carnoso. Delfina dará seguimiento a los pendientes.

Esta mujer ha estado interesada en la educación y en la política desde hace algún tiempo. No es claro aún cuáles son sus intenciones al frente de esta secretaría. Por ahí se especulan nexos con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), específicamente con Elba Esther Gordillo, también se le investigan unas retenciones de un porcentaje de salario a unos cientos de empleados de Texcoco durante su administración como presidenta municipal. Es una política con un currículum que presume capacidad y preparación.

Sería enriquecedor saber cuáles son deseos que empujan a Delfina a ocupar este puesto tan relevante en el país. Ojalá que no sea otro hueso más en su quehacer político.

Para Vasconcelos era importante la educación porque era un arma poderos en su imaginación, tuvo varios puestos políticos y contendió por otros cuantos; sin embargo; tenía intenciones claras e inteligentes.

El próximo año cumplimos un centenario con Secretaría de Educación Pública. Espero que Gómez Álvarez tenga motivaciones personales claras e inteligentes, que haga escuchar su voz, que de voz a los maestros, que sea un cumpleaños decoroso. Difícil misión tiene la próxima Secretaria. En medio de una pandemia, con una serie de decisiones ya tomadas y con el presupuesto ajustado.

Publicado en periódico IMPAR 28 de diciembre 2020. 

México.

El nuevo juguete de Esteban

“Agradezco al Pdte. López Obrador el gran honor y la confianza de considerarme como propuesta de Embajador de México ante los Estados Unidos de Norteamérica. Espero, trabajando en educación el beneplácito del Gobierno norteamericano y la aprobación del Senado de la República”.

Esteban escribió en su cuenta de twitter un agradecimiento maravilloso al señor Andrés Manuel. Líneas que tienen cierto parecido a las cientos de cartas que recibe Santa después de navidad… Querido señor Claus, muchas gracias por traerme el nuevo carrito de control remoto, voy a portarme bien y a hacer todas mis tareas el próximo año.

La carta de un niño que acaba de recibir un regalo espectacular, ha recibido bonitos regalos durante toda su carrera política; ahora Esteban va a ser embajador de Estados Unidos, ya fue secretario de gobernación, de desarrollo social y senador.

Ser secretario de educación de economía o embajador, no requiere de grandes conocimientos, de un interés apasionado o de experiencia en el tema. Los puestos políticos se juegan más en el campo del regalo.  El chiste es ser confiables, y subrayar el honor que se siente al ser elegidos por el presidente.

El nuevo juguete es la embajada de Estados Unidos, y como nos lo enseñaron los chicos de Pixar/Disney, los niños pueden ser crueles con los juguetes viejos cuando llegan los nuevos, tienden a abandonarlos, sobre todo si el juguete está dañado. El caso de educación es evidente, cuando Moctezuma recibió su obsequio en 2018, la educación en el país pintaba mal, pero se le dio una manita de gato, se llevó a cabo una reforma educativa que ponía nuevas y viejas piezas en el tablero, se prometió mucho y luego la mayoría de los planes se cayeron con la entrada de la pandemia, se firmaron acuerdos con televisoras y dio inicio la era de la simulación desmedida en el país

Ahora el ejercicio de la simulación amenaza con superar los límites lógicos que se habían establecido por años. Hacemos de cuenta que las visitas en internet y que los puntajes de rating en televisión son indicadores confiables de que el sistema educativo actual funciona.

El regalo que ahora trae Santa para Esteban también parece venir defectuoso, es un monstruito que hace muahahaha, viene con la caja rota, las relaciones cuchas y un montón de problemas en la cola, es como un T-rex, una lagartija gordinflona, escamosa y con las patitas chuecas; además respira fuego, si no se leen las instrucciones antes de utilizar, es posible que cause daños irreparables.

Lo que pase con el juguete viejo y destartalado que abandonará el niño querido por Santa es un misterio, la persona que se hará responsable de la Secretaría de Educación Pública tendrá que cargar con un sistema quebrado hasta las entrañas, probablemente no sea un honor y a estas alturas tampoco un bello regalo, en definitiva será un gran reto si es que se  quisiera sacar del espacio de la simulación a la educación del país.

Publicado en periódico IMPAR 21 de diciembre 2020. 

México.

Aprobación a la ley general de educación superior

El pasado jueves, 10 de diciembre, el senado aprobó por unanimidad la ley general de educación superior, una ley llena de promesas. El derecho a la educación superior se mira más de cerca. Palabras como gratuidad, oportunidades y equidad se escuchan más claro y fuerte.

Se aprobó una ley que llena de expectativas las cabezas de los más jóvenes. Circunstancias más justas para las nuevas generaciones nos susurra la cámara de senadores. Con letras chiquitas se lee con dificultad, que esto de la inyección de capital a la educación superior va a suceder cuando haya más lana, ahorita no existirá un presupuesto robusto para dar inicio a esta carrera.

El problema de esta ley no solo está en las letras chiquitas, sin duda, es importante que se trabaje en políticas públicas que marquen un camino, un ritmo que brinde oportunidades más equitativas entre sus ciudadanos; es importante remarcar la autonomía que deben tener las instituciones universitarias, dar claridad y seguridad a los trabajadores del sistema educativo de nivel superior, repensar las líneas educativas en un marco de derechos humanos.

El gobierno ha decidido ponerse como meta aumentar el número de alumnos matriculados en los diferentes niveles educativos, la educación universitaria no escapa de esta. Más allá de empujar sin ton ni son por todos los flancos al país para matricular a más jóvenes en educación superior, es necesario alejar la mirada dos segundos y analizar los motivos que llevan al gobierno a querer inflar el número de mexicanos con un grado de estudios mayor y sobre todo, preguntarse por qué las personas quieren acceder a instituciones de educación superior.

Se ha formado un halo místico mágico alrededor de las universidades. A mayor grado académico, mayores oportunidades de superación laboral. Más educación equivale a mayor ingreso económico.

Hay una serie de promesas inscritas en las paredes de los centros universitarios, Si estudias, tendrás más oportunidades de ganar más dinero, lo que se traduce en la capacidad consumir más. No se trata de aprender, no hay un deseo por saber, en muchos casos no importan los conocimientos que se adquieren, la lupa está puesta sobre las oportunidades económicas que se abren.

Con esta ley se divisa un camino hacia la obligatoriedad en la educación superior, si con la educación media superior no podemos.

Por un lado tenemos desigualdades y falta de oportunidades y por el otro, tenemos un ejército de mexicanos con papeles que certifican sus estudios en el nivel básico, medio, medio superior y superior que no cuentan con las herramientas esperadas, que carecen de los conocimientos y habilidades mínimos necesarios.

Hay que abrir un espacio de reflexión en medio de esta ley, es el pretexto perfecto para preguntarnos por el sentido de la educación. Si la educación solo tiene como objetivo brindar la oportunidad a los mexicanos de ganar más dinero y los niveles educativos solo son guarderías de niños y adolescentes, esta ley carece de sentido; ni reducirá las brechas de desigualdades, ni mejorará la calidad educativa.

Escrito el 12 de diciembre del 2020. 

México.

El manual de Manuel

Ya está disponible la Guía ética para la transformación de México, Andrés Manuel ha presentado formalmente el documento que nos dará orientación y claridad respecto a cómo debemos conducirnos en la vida. Quiere reforzar los valores éticos de nuestro país lindo y querido, dar la dirección que nos llevará al camino del buen vivir y buen convivir.

Nos presenta una serie de principios, valores y preceptos. El presidente nos está haciendo entrega del documento que contiene LA VERDAD, nos insta a perdonar y a buscar ser perdonados, a buscar la redención.

Este documento sale de los límites legales, se desborda en un mar surreal, que abre la boca y desborda espuma, burbujas blancas llenas de aire que seguramente desaparecerán para dar pie a nuevas olas, ávidas por inflarse, petulantes, presumidas y vacías.

Montón de líneas redactadas para guiar al rebaño por las veredas del amor, la paz y la libertad; palabras agujereadas que ponen en la superficie un ideal de mucha forma y poco fondo. Basta escavar un poco para dar cuenta que esta guía está mucho más cerca de un libro de autoayuda que de un documento serio que busque generar reflexiones y diálogo.

La presentación de esta guía subraya la necedad por parte del Ejecutivo de querer hacer un cambio en la sociedad con un recetario. Con formas vagas y poco fundamentadas, remarca los problemas de fondo respecto a cómo piensa la pedagogía.

Para nuestro gobierno, la educación se trata de hacer llegar al pueblo información, la que sea, como sea. La enseñanza está más cerca de la simulación, del manual, del discurso verdadero, incuestionable y a cada respiración más lejos del proceso y la duda.

Nos quieren enseñar a ser buenos ciudadanos con un folleto. ¿Para qué sirve la escuela si todo lo que tenemos que aprender está en un librajo que puso a nuestra disposición la presidencia?

Tal vez no hemos sido tan perspicaces para entender la pócima mágica en la cual está invirtiendo nuestro gobierno para alcanzar la cuarta transformación.   

Un poco de amor,  muchas ganas de cambiar al país, un panfleto con pautas para vivir bien, harto presupuesto destinado al asistencialismo y una pizca de sentido común. Los ingredientes necesarios para alcanzar la meta.

Publicado en periódico IMPAR 30 de noviembre 2020. 

México.

Criterios de evalución

Los días avanzan, la educación a distancia hace lo que puede con lo que tiene, seguimos jugando a que somos un país que no se detiene, que continúa con los planes educativos como si nada. Se asoma un panorama de más y más deserción escolar. Millones de niños se han bajado del tren y otros tantos están asomando la cabeza.

Hay un intento exhaustivo por mantener alumnos matriculados, si salen del sistema no habrá forma de taponear el manchón en las rubricas que se usan para medir la efectividad de las acciones tomadas por la Secretaría de Educación Pública.

Fracasamos, la educación en México era deficiente y de mala calidad, la pandemia llegó a remarcar sus huecos.

La SEP publicó un boletín en el cual emitió criterios de evaluación en educación básica ante emergencia sanitaria. Invita a los docentes a tomar en cuenta que la vida es complicada y que no todos los niños cuentan con las mismas oportunidades para lograr los aprendizajes. Hay infantes que no han tenido los medios para mantener comunicación con sus maestros, o que viven una situación familiar desfavorable; desgraciadamente, en este país, son millones.

Si la comunicación entre docente-alumno ha sido intermitente o inexistente, no será motivo suficiente para reprobarlos o hacer una evaluación desfavorable.

El boletín invita a dar prioridad a la función formativa de la evaluación, a considerar el contexto de cada uno de los estudiantes, a utilizar la evaluación como instrumento para mejorar el aprendizaje y a asignar calificaciones únicamente cuando haya certeza respecto a condiciones de salud, accesibilidad y acompañamiento de sus estudiantes. 

La Secretaría plantea consideraciones importantísimas que tendrían que llegar para quedarse. Dar prioridad a la función formativa de la evaluación, apunta a analizar el proceso de aprendizaje, poner marcas en el mapa que permitan al docente reorientar y recalcular caminos pedagógicos.

Es necesario recabar información para realizar los ajustes para que los estudiantes alcancen los objetivos curriculares... Se tendría que concentrar la información, analizarla y diseñar planes de acción; individuales y colectivos, locales, estatales y federal.

Los puntos que toca el boletín publicado están llenos de sentido y planteados sobre una realidad concreta, hay que cuidar que en el revés del texto no haya trampas, hay que revisarle las mangas al mago, no vaya a ser que esté escondiendo unos ases por ahí.

Las autoridades demandan que las evaluaciones se hagan con mucho cuidado, que no se repruebe a los alumnos, que se les llene de oportunidades para alentarlos a continuar sus estudios. Si nadie reprueba, la SEP tampoco. Si seguimos con los planes de estudio, si no se pierde el año escolar, podremos seguir jugando a que no pasó nada, a que vencimos a la pandemia.

Publicado en periódico IMPAR 23 de noviembre 2020. 

México.