miércoles, 14 de abril de 2021

El caballero que no acepta el no

Caballero templario 
Rojo carmesí se asoma por el espacio
Soltaron al perro
No es un perro, es un toro
Atacó a una, ataco a tres, a cuatro, cinco, diez. 
Caballero ganador encaja el diente 
Muerde, prensa, desgarra a su víctima
Y lo respalda el rey
Ese rey, que al llegar a casa es recibido por un coro de soldaditos que le acarician el oído al unísono
Varias cornadas ha dado el torito
Querido por varios caudillos en un territorio de ciegos dientones
Nada importa el rojo en la tierra, el miedo en el aire, los gritos de tantas
Fiestas por la ciudad y carnavales en los poblados
Ese toro parece borrego trasquilado
Harta lana salió de él, Nadie sabe quien pagó la fiesta
No hubo fiestas, fueron reuniones íntimas
No hubo violación, no hubo acoso
Solo hay palabra del señor 
Te alabamos señor
Ya en el tren, el boletero se acercó 
¿A dónde va señor? 
El toro, la quiso hacer de torero. 
Evadiendo políticas en la compra de su boleto
Payaso del rodeo, no comprobó como había llegado a la terminal del tren
El boletero, hizo su trabajo
Ya abajo del tren, nuestro personaje, a veces borrego, a veces toro, a veces caballero de la edad media, a veces violador y a veces amigo del rey, hizo pucheros.
Él, como buen caballero, no acepta un no. No acepta el no
No acepta el no
No, no, no.
Ahora enojado y emberrinchado quiere volar en mil pedazos al tren
Esta furioso con el boletero, lo amedrenta
Vaya que sabe amedrentar 
No, no, no
Caballero descarriado
Con el rojo carmesí en los ojos, en las manos, en el cuerpo
Anda suelto el perro
No es un perro, es un toro