lunes, 28 de diciembre de 2020

A casi 100 años de la SEP

Desde octubre de 1921 México tiene secretario de educación pública; el primero fue José Vasconcelos, quien se dedicó a luchar contra el analfabetismo, impulsó la escuela rural e inició la edición de libros gratuitos entre otras iniciativas. Este personaje fue chile de todos los moles, director de la Escuela Nacional Preparatoria, revolucionario, escritor, filósofo, candidato al gobierno de Oaxaca, a la presidencia de la república y hasta fascista. Tenía un proyecto de nación, creía que era importante construir una identidad nacional para lograr obtener un crecimiento político, económico y social. Esta identidad solo era posible a través de la educación. Consiguió para la Secretaría de Educación presupuestos muy superiores a los que se habían dado en toda la historia.

Desde Josecito hace algunos años, hasta nuestros días, han pasado por este puesto decenas de hombres, con excepción de Josefina Vázquez Mota en 2006 y próximamente Delfina Gómez Álvarez. Piezas intercambiables, habitualmente a merced de los deseos del presidente en turno. Figurillas que por lo general, antes de un interés genuino por la educación, lo tienen por el hueso, mantenerse activos en la política mexicana es su principal ambición. Rasgo que está presente en todos nuestros políticos.

Moctezuma ya se va. Lo mandan a otro lado que nada tiene que ver con la educación, no hay que estar triste por él, alegría nos debe de dar, seguirá viviendo del erario público. El hueso que le dan también está carnoso. Delfina dará seguimiento a los pendientes.

Esta mujer ha estado interesada en la educación y en la política desde hace algún tiempo. No es claro aún cuáles son sus intenciones al frente de esta secretaría. Por ahí se especulan nexos con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), específicamente con Elba Esther Gordillo, también se le investigan unas retenciones de un porcentaje de salario a unos cientos de empleados de Texcoco durante su administración como presidenta municipal. Es una política con un currículum que presume capacidad y preparación.

Sería enriquecedor saber cuáles son deseos que empujan a Delfina a ocupar este puesto tan relevante en el país. Ojalá que no sea otro hueso más en su quehacer político.

Para Vasconcelos era importante la educación porque era un arma poderos en su imaginación, tuvo varios puestos políticos y contendió por otros cuantos; sin embargo; tenía intenciones claras e inteligentes.

El próximo año cumplimos un centenario con Secretaría de Educación Pública. Espero que Gómez Álvarez tenga motivaciones personales claras e inteligentes, que haga escuchar su voz, que de voz a los maestros, que sea un cumpleaños decoroso. Difícil misión tiene la próxima Secretaria. En medio de una pandemia, con una serie de decisiones ya tomadas y con el presupuesto ajustado.

Publicado en periódico IMPAR 28 de diciembre 2020. 

México.

El nuevo juguete de Esteban

“Agradezco al Pdte. López Obrador el gran honor y la confianza de considerarme como propuesta de Embajador de México ante los Estados Unidos de Norteamérica. Espero, trabajando en educación el beneplácito del Gobierno norteamericano y la aprobación del Senado de la República”.

Esteban escribió en su cuenta de twitter un agradecimiento maravilloso al señor Andrés Manuel. Líneas que tienen cierto parecido a las cientos de cartas que recibe Santa después de navidad… Querido señor Claus, muchas gracias por traerme el nuevo carrito de control remoto, voy a portarme bien y a hacer todas mis tareas el próximo año.

La carta de un niño que acaba de recibir un regalo espectacular, ha recibido bonitos regalos durante toda su carrera política; ahora Esteban va a ser embajador de Estados Unidos, ya fue secretario de gobernación, de desarrollo social y senador.

Ser secretario de educación de economía o embajador, no requiere de grandes conocimientos, de un interés apasionado o de experiencia en el tema. Los puestos políticos se juegan más en el campo del regalo.  El chiste es ser confiables, y subrayar el honor que se siente al ser elegidos por el presidente.

El nuevo juguete es la embajada de Estados Unidos, y como nos lo enseñaron los chicos de Pixar/Disney, los niños pueden ser crueles con los juguetes viejos cuando llegan los nuevos, tienden a abandonarlos, sobre todo si el juguete está dañado. El caso de educación es evidente, cuando Moctezuma recibió su obsequio en 2018, la educación en el país pintaba mal, pero se le dio una manita de gato, se llevó a cabo una reforma educativa que ponía nuevas y viejas piezas en el tablero, se prometió mucho y luego la mayoría de los planes se cayeron con la entrada de la pandemia, se firmaron acuerdos con televisoras y dio inicio la era de la simulación desmedida en el país

Ahora el ejercicio de la simulación amenaza con superar los límites lógicos que se habían establecido por años. Hacemos de cuenta que las visitas en internet y que los puntajes de rating en televisión son indicadores confiables de que el sistema educativo actual funciona.

El regalo que ahora trae Santa para Esteban también parece venir defectuoso, es un monstruito que hace muahahaha, viene con la caja rota, las relaciones cuchas y un montón de problemas en la cola, es como un T-rex, una lagartija gordinflona, escamosa y con las patitas chuecas; además respira fuego, si no se leen las instrucciones antes de utilizar, es posible que cause daños irreparables.

Lo que pase con el juguete viejo y destartalado que abandonará el niño querido por Santa es un misterio, la persona que se hará responsable de la Secretaría de Educación Pública tendrá que cargar con un sistema quebrado hasta las entrañas, probablemente no sea un honor y a estas alturas tampoco un bello regalo, en definitiva será un gran reto si es que se  quisiera sacar del espacio de la simulación a la educación del país.

Publicado en periódico IMPAR 21 de diciembre 2020. 

México.

Aprobación a la ley general de educación superior

El pasado jueves, 10 de diciembre, el senado aprobó por unanimidad la ley general de educación superior, una ley llena de promesas. El derecho a la educación superior se mira más de cerca. Palabras como gratuidad, oportunidades y equidad se escuchan más claro y fuerte.

Se aprobó una ley que llena de expectativas las cabezas de los más jóvenes. Circunstancias más justas para las nuevas generaciones nos susurra la cámara de senadores. Con letras chiquitas se lee con dificultad, que esto de la inyección de capital a la educación superior va a suceder cuando haya más lana, ahorita no existirá un presupuesto robusto para dar inicio a esta carrera.

El problema de esta ley no solo está en las letras chiquitas, sin duda, es importante que se trabaje en políticas públicas que marquen un camino, un ritmo que brinde oportunidades más equitativas entre sus ciudadanos; es importante remarcar la autonomía que deben tener las instituciones universitarias, dar claridad y seguridad a los trabajadores del sistema educativo de nivel superior, repensar las líneas educativas en un marco de derechos humanos.

El gobierno ha decidido ponerse como meta aumentar el número de alumnos matriculados en los diferentes niveles educativos, la educación universitaria no escapa de esta. Más allá de empujar sin ton ni son por todos los flancos al país para matricular a más jóvenes en educación superior, es necesario alejar la mirada dos segundos y analizar los motivos que llevan al gobierno a querer inflar el número de mexicanos con un grado de estudios mayor y sobre todo, preguntarse por qué las personas quieren acceder a instituciones de educación superior.

Se ha formado un halo místico mágico alrededor de las universidades. A mayor grado académico, mayores oportunidades de superación laboral. Más educación equivale a mayor ingreso económico.

Hay una serie de promesas inscritas en las paredes de los centros universitarios, Si estudias, tendrás más oportunidades de ganar más dinero, lo que se traduce en la capacidad consumir más. No se trata de aprender, no hay un deseo por saber, en muchos casos no importan los conocimientos que se adquieren, la lupa está puesta sobre las oportunidades económicas que se abren.

Con esta ley se divisa un camino hacia la obligatoriedad en la educación superior, si con la educación media superior no podemos.

Por un lado tenemos desigualdades y falta de oportunidades y por el otro, tenemos un ejército de mexicanos con papeles que certifican sus estudios en el nivel básico, medio, medio superior y superior que no cuentan con las herramientas esperadas, que carecen de los conocimientos y habilidades mínimos necesarios.

Hay que abrir un espacio de reflexión en medio de esta ley, es el pretexto perfecto para preguntarnos por el sentido de la educación. Si la educación solo tiene como objetivo brindar la oportunidad a los mexicanos de ganar más dinero y los niveles educativos solo son guarderías de niños y adolescentes, esta ley carece de sentido; ni reducirá las brechas de desigualdades, ni mejorará la calidad educativa.

Escrito el 12 de diciembre del 2020. 

México.

El manual de Manuel

Ya está disponible la Guía ética para la transformación de México, Andrés Manuel ha presentado formalmente el documento que nos dará orientación y claridad respecto a cómo debemos conducirnos en la vida. Quiere reforzar los valores éticos de nuestro país lindo y querido, dar la dirección que nos llevará al camino del buen vivir y buen convivir.

Nos presenta una serie de principios, valores y preceptos. El presidente nos está haciendo entrega del documento que contiene LA VERDAD, nos insta a perdonar y a buscar ser perdonados, a buscar la redención.

Este documento sale de los límites legales, se desborda en un mar surreal, que abre la boca y desborda espuma, burbujas blancas llenas de aire que seguramente desaparecerán para dar pie a nuevas olas, ávidas por inflarse, petulantes, presumidas y vacías.

Montón de líneas redactadas para guiar al rebaño por las veredas del amor, la paz y la libertad; palabras agujereadas que ponen en la superficie un ideal de mucha forma y poco fondo. Basta escavar un poco para dar cuenta que esta guía está mucho más cerca de un libro de autoayuda que de un documento serio que busque generar reflexiones y diálogo.

La presentación de esta guía subraya la necedad por parte del Ejecutivo de querer hacer un cambio en la sociedad con un recetario. Con formas vagas y poco fundamentadas, remarca los problemas de fondo respecto a cómo piensa la pedagogía.

Para nuestro gobierno, la educación se trata de hacer llegar al pueblo información, la que sea, como sea. La enseñanza está más cerca de la simulación, del manual, del discurso verdadero, incuestionable y a cada respiración más lejos del proceso y la duda.

Nos quieren enseñar a ser buenos ciudadanos con un folleto. ¿Para qué sirve la escuela si todo lo que tenemos que aprender está en un librajo que puso a nuestra disposición la presidencia?

Tal vez no hemos sido tan perspicaces para entender la pócima mágica en la cual está invirtiendo nuestro gobierno para alcanzar la cuarta transformación.   

Un poco de amor,  muchas ganas de cambiar al país, un panfleto con pautas para vivir bien, harto presupuesto destinado al asistencialismo y una pizca de sentido común. Los ingredientes necesarios para alcanzar la meta.

Publicado en periódico IMPAR 30 de noviembre 2020. 

México.

Criterios de evalución

Los días avanzan, la educación a distancia hace lo que puede con lo que tiene, seguimos jugando a que somos un país que no se detiene, que continúa con los planes educativos como si nada. Se asoma un panorama de más y más deserción escolar. Millones de niños se han bajado del tren y otros tantos están asomando la cabeza.

Hay un intento exhaustivo por mantener alumnos matriculados, si salen del sistema no habrá forma de taponear el manchón en las rubricas que se usan para medir la efectividad de las acciones tomadas por la Secretaría de Educación Pública.

Fracasamos, la educación en México era deficiente y de mala calidad, la pandemia llegó a remarcar sus huecos.

La SEP publicó un boletín en el cual emitió criterios de evaluación en educación básica ante emergencia sanitaria. Invita a los docentes a tomar en cuenta que la vida es complicada y que no todos los niños cuentan con las mismas oportunidades para lograr los aprendizajes. Hay infantes que no han tenido los medios para mantener comunicación con sus maestros, o que viven una situación familiar desfavorable; desgraciadamente, en este país, son millones.

Si la comunicación entre docente-alumno ha sido intermitente o inexistente, no será motivo suficiente para reprobarlos o hacer una evaluación desfavorable.

El boletín invita a dar prioridad a la función formativa de la evaluación, a considerar el contexto de cada uno de los estudiantes, a utilizar la evaluación como instrumento para mejorar el aprendizaje y a asignar calificaciones únicamente cuando haya certeza respecto a condiciones de salud, accesibilidad y acompañamiento de sus estudiantes. 

La Secretaría plantea consideraciones importantísimas que tendrían que llegar para quedarse. Dar prioridad a la función formativa de la evaluación, apunta a analizar el proceso de aprendizaje, poner marcas en el mapa que permitan al docente reorientar y recalcular caminos pedagógicos.

Es necesario recabar información para realizar los ajustes para que los estudiantes alcancen los objetivos curriculares... Se tendría que concentrar la información, analizarla y diseñar planes de acción; individuales y colectivos, locales, estatales y federal.

Los puntos que toca el boletín publicado están llenos de sentido y planteados sobre una realidad concreta, hay que cuidar que en el revés del texto no haya trampas, hay que revisarle las mangas al mago, no vaya a ser que esté escondiendo unos ases por ahí.

Las autoridades demandan que las evaluaciones se hagan con mucho cuidado, que no se repruebe a los alumnos, que se les llene de oportunidades para alentarlos a continuar sus estudios. Si nadie reprueba, la SEP tampoco. Si seguimos con los planes de estudio, si no se pierde el año escolar, podremos seguir jugando a que no pasó nada, a que vencimos a la pandemia.

Publicado en periódico IMPAR 23 de noviembre 2020. 

México.

martes, 17 de noviembre de 2020

Escuelas normales en el 2021

El pasado viernes 13, La cámara de diputados aprobó el aumento dramático del presupuesto propuesto del 2021 para las escuelas normales. Un puñado de personas jugando al monopolio, distribuyendo dinero a altas horas de la madrugada. Desvelados, con chinguiñas en los ojos, decidieron mantener con vida a las normales de este país. 

Hasta hace unos días creíamos que las escuelas normales morirían de un solo tajo. 

Imagino a estas escuelas personificadas en un malvado muchacho en medio de la plaza pública, con las manos amarradas detrás de la espalda, los ojos vendados y los pies descalzos, mugrosos y llenos de callos; esperando a ser colgado en medio de abucheos y mentadas de madre, acusado de cientos de delitos horrorosos: delincuencia organizada, vagancia, acoso desmedido al gobierno, robo, disturbios al orden establecido, exigencias irracionales e invención de desapariciones forzadas, entre otros. 

Justo en el momento en el que el verdugo se disponía a jalar la palanca que abría un hueco en el suelo de madera y dejaba caer el cuerpo vivo del personaje malvado de nuestra historia, justo cuando este cuerpo vivo se disponía a dejar de latir, justo cuando las cervicales se iban a colapsar y los nervios se iban a desconectar, Adela Piña Bernal, presidenta de la Comisión de Educación, abogó por nuestro personaje. ¿Habrá sido justa esta intervención? La defensora de esta personificación no alegó inocencia. La justicia se desdibujó en el momento justo. 

Adela, logró conseguir para las escuelas normales un poquito más de 170 millones de pesos, mucho más de lo que se tenía previsto. Jurábamos que el presupuesto sería reducido a cenizas; sin embargo, antes de que la columna vertebral de nuestro acusado diera su último latigazo, una mujer entre la muchedumbre de la plaza clamó clemencia. Los cargos no fueron retirados. Nuestro muchacho sigue siendo un maloliente, un malviviente que abusa de las dadivas del gobierno y siempre está incomodando a la administración en turno con exigencias absurdas. 

Nuestras escuelas normales son productoras de problemas sociales, cuando no traen mala publicidad, alegando 43 desapariciones forzadas en medio de irregularidades que abren un hueco en la podredumbre del gobierno, están alzando la voz diciendo verdades fastidiosas que nadie quiere escuchar, o luchando batallas perdidas en octubres ya casi olvidados. De cuando en cuando, nuestras normales están formando maestros que abren la posibilidad de educación en medio del desinterés y la desigualdad. 

Adela no consiguió que a nuestro personaje se le desamarraran las manos, únicamente detuvo el palancazo final. Nuestro muchacho pasará el 2021 encerrado en una jaula chiquitita sin agua ni comida. Ya veremos cómo lo encontramos en el 2022 

La cámara de diputados ya decidió, no queda mucho que hacer por ese frente, los billetitos ya se repartieron; sin embargo, circula en las redes una solicitud al Presidente de la República y al Secretario de Hacienda que al subejercicio federal 2020, sea reasignado el presupuesto para que las escuelas normales públicas del país tengan recursos que les posibiliten desamarrarse las manos. 

Aquí la liga:

Publicado en periódico IMPAR 17 de noviembre 2020. 
México.

Evaluación diagnóstica

Se anuncia que un día los niños regresarán a las aulas, los maestros hablarán frente a sus alumnos y los sonidos harán vibrar los corredores escolares. Un día las desigualdades disminuirán un poquitín, no importará tanto si los niños tienen acceso a una computadora con conexión a internet, cámara de video y micrófono, tendrán la oportunidad de escuchar a su maestro, podrán tomar clase.

Ya nos explicó Esteban Moctezuma que vamos a regresar primero a un esquema mixto. Dividiremos los grupos, algunos irán dos días a la semana, otros tres. Dependerá del nivel de apoyo que necesiten. ¿Quién necesita más apoyo? Eso lo sabremos con las evaluaciones diagnósticas. Ya Mejoredu se está poniendo las pilas diseñando dichas pruebas. El doctor Francisco Miranda López, Titular de la Unidad de Evaluación Diagnóstica, dio a conocer que están realizando una evaluación diagnóstica formativa, dicha evaluación más que ser un fin en sí misma, será un medio para impulsar la mejora continua de la educación. 

Desde antes de la pandemia, existen datos que nos dan muestra del pobre desempeño académico que tienen gran cantidad de alumnos en nuestro país. Los aprendizajes alcanzados por los alumnos, no son los esperados en los planes educativos que se plantean las autoridades.

El programa para la evaluación internacional de alumnos (PISA) es una evaluación que se lleva a cabo cada 3 años a alumnos de 15 años, tiene el objetivo de dar conocer con qué conocimientos y habilidades cuentan. En 2018, solo el 1% de los estudiantes mexicanos se desempeñó en los niveles de competencia más altos y el 34% de ellos, no alcanzó el nivel mínimo de competencia. Personas de 15 años que al ser evaluados no contaron con los elementos mínimos esperados. 

¿Qué esperamos con esta evaluación diagnóstica? No solo es fascinante esta evaluación que está diseñando personal de Mejoredu, también es fundamental; sin embargo, hace falta que nos expliquen cómo será un medio para mejorar la educación. Si con esta evaluación se pretende reasignar a los alumnos al grado escolar que le corresponde de acuerdo con los conocimientos con los que cuenta, aplausos. Si se va a contratar a personal docente para que se personalicen las clases y se le dedique más tiempo a los alumnos con mayor cantidad de atraso, fanfarrias. Si en lugar de 2 días, se les va a atender 3 días, difícilmente mejoraremos la calidad educativa de los alumnos mexicanos. 

Las personas al frente de Mejoredu tienen razón, es necesario un cambio educativo a partir de las escuelas y la revalorización del trabajo docente. Necesitamos políticas públicas, recursos, también es necesario el trabajo exhaustivo por parte de los actores dentro del proceso educativo; padres, maestros y alumnos tienen que tener interés. La revalorización del magisterio no se consigue únicamente con sueldos más altos, requiere la escucha activa de padres y alumnos, de acciones claras y constantes por parte de profesores. La escuela como unidad puede generar cambios enormes. 

Un día los niños regresarán a los salones de clases, esperamos que ese día, la anunciada evaluación diagnóstica sea un pretexto que nos permita escribir nuevas historias y no un fin que nos proporcione datos para seguir haciendo como que hacemos. 

Publicado en periódico IMPAR 9 de noviembre 2020. 

México.

Cinismo televisivo

Ideas revolucionarias, brillantes, llenas de fuerza y vigor brotan de un hombre audaz y poderoso. Pensamientos que al ser leídos en voz alta, mueven la tierra, hacen trastabillar pueblos enteros. En lo alto de su palacio, deja salir ideas y las convierte en bombas sonoras.

El Señor, atrapado en su burbuja, es capaz de mirar desde diferentes ventanas. Hace unos meses firmó un convenio junto con otros multimillonarios en el país en el cual obtenía muchos millones de pesos a cambio de televisar programas educativos. Este negocio lo cerró con el gobierno federal; con un presidente que lo considera su amigo, (lo que sea que eso signifique) y con su exempleado, un personaje que ha estado metido en la política desde hace un buen rato y que los últimos años, antes de convertirse en el mismísimo Secretario de Educación, fue presidente de Fundación Azteca.

Este personaje tiene montones de dinero, corrijo, montañas de dinero. Es ambicioso, oportunista y excelente comerciante. Vendió un proyecto televisivo en el cual, al parecer no creía a cambio de unas monedas, muchas monedas. Dispuso un espacio nuevo para dar comienzo al proyecto “Aprende en casa II”. Probablemente nadie lo empujó a sellar un contrato lleno de un mar de acciones nocivas y perjudiciales para su alma pura y sacra. Tal vez su pepe grillo se fue de pinta mientras concretaba un negocio en el cual no creía, al menos no desde el punto de vista ideológico.

Gracias al cielo y a los héroes valientes que luchan por nuestros derechos, estamos en un país con libertad de expresión y, si no fuera suficiente, este individuo posee los medios, (literal) para hacer decir y cuestionar como mejor se le antoje. Ya sea porque su conciencia se lo reclama, o por falta de ella. Hace uso de su derecho constitucional de expresar su sentir.

Y el gobierno calla.

La escena apenas presenta al primer personaje, Excelente comerciante, haciendo tratos para dar marcha a un programa al cual va a desacreditar apenas reciba la lana.

“Regresemos a las aulas,” grita desde su trinchera, desde su mansión se asoma por distintas ventanas mira al este, al oeste y mira verde, vecinos parecidos a él. Asoma la cabeza y se encuentra con espejos relucientes.

En un grito lleno de emoción, cree estar llenando a sus espectadores con La respuesta verdadera. Ahora ya todos escuchamos la solución a los problemas educativos. ¡Dejemos de lado a la enfermedad y a la muerte! ¡Pugnemos por una educación dentro de las aulas!

Y el gobierno calla.

Por un lado la televisora es apoyo fundamental en esta época tan difícil para llevar educación a todos los rincones del país (sin considerar la calidad de dicha educación), por el otro, en el resto de sus canales, a través de los cuales continúa con contenido hueco y desechable, se encarga de contradecir las pocas directrices que toma el gobierno federal en pro de la salud de su gente, acarrea ignorancia a los mismos rincones.

Publicado en periódico IMPAR 3 de noviembre 2020. 

México

La escuela en el borde

La educación aparece y desaparece en el espacio. La familia, la escuela, lugares comunes en los cuales se practican pedagogías, adiestramientos, disciplinamientos del cuerpo, han ido perdiendo fuerza e interés desde hace montones de años. La pandemia que nos azota, solo remarca las deficiencias y desigualdades que se viven al interior de ambas instituciones.

Por un lado, las familias tienen cada vez menos tiempo para pensar en educación, ocio, tiempo libre; y más tiempo para consumir, para endeudarse, tratar de alcanzar apariencias y estilos de vida que nos venden, visten de angustia y revisten de anhelo en un fondo de desesperanza. Los padres ausentes, corriendo tras la chuleta que promete dar un futuro que nunca alcanza. Los hijos solitarios, con prisa por encontrar un lugar entre muerte, enfermedad y apatía.

Por otro lado la escuela en el mero duelo, tras haber perdido los pocos ladrillos que le daban consistencia. Ahora solo quedan los actores. Algunos tienen la televisión, el internet, los teléfonos, otros la radio, hay unos que ni los libros de texto alcanzaron.

El tiempo de la escuela, de educación se pierde, ya no alcanza para aprender, desaparece el espacio para el ocio. Lo importante se carga más hacia la fuga y menos hacia el juego, el vínculo. No se trata de pedagogía, lo importante es resolver quién cuidará a los niños, que no pierdan el año escolar, que no molesten.

Los maestros, actores en la institución educativa se tambalean como recurso invaluable del sistema. Ya no se puede valuar su importancia, tal vez porque los últimos movimientos gritan que ya no son necesarios, tal vez porque se resquebraja el sistema en silencio. Sus obligaciones son a cada instante más borrosas, dependen en gran medida del nivel socioeconómico de la escuela en la que laboran, las exigencias de los directivos y los padres de familia; su desempeño depende sobre todo del interés e implicación con la educación.

Ya nos dijo el Secretario de Educación que todo va viento en popa, que el programa Aprende en casa II, es una maravilla, que esperan los mismos aprendizajes, o más, con sus estrategias tan planeadas y bien estructuradas para estos tiempos de crisis, tiempo de oportunidad.

Las políticas educativas no apuntan a darle un lugar al docente, a la escuela, a la educación. Al menos no a una educación de calidad.

Los maestros, cuando menos una buena cantidad de ellos, se encuentran en el limbo, abandonados, libres de exigencias, con cientos de pretextos justos y válidos para explicar su quietud. 

Con la desesperanza hasta el cuello, las desigualdades trozando la sociedad en pedazos y la pereza devorando nuestras cabezas, hay posibilidad de acción. Tal vez dejando de actuar como las víctimas necesitadas del asistencialismo tan exacerbado que vivimos en esta administración, tal vez tejiendo posibilidades con el tiempo entre los dedos. Tal vez apelando por las instituciones que sostienen la educación, apostando por las familias, las escuelas, Los actores pueden dibujar nuevas líneas, hacer marcas. Los padres, docentes, directivos y alumnos, la sustancia que da consistencia a la educación tiene entre sus manos la posibilidad del cambio, de una educación con sentido.

Publicado en periódico IMPAR 26 de octubre 2020. 

México

martes, 20 de octubre de 2020

Presentación de Esteban ante el Senado

El Secretario de Educación Pública relató lo que ha pasado, está pasando y piensa que va a ocurrir en términos educativos en el país. Entre preguntas, reclamos y uno que otro elogio. Esteban Moctezuma compareció ante la cámara de senadores el pasado 14 de octubre.

Dio cuentas, números. Cuántas cuentas de correo electrónico fueron creadas por alumnos durante la pandemia; cuánto dinero se gasta en alumnos presenciales y cuánto en alumnos de preparatoria en línea; cuántos hogares con televisión hay en el país, cuántos estudiantes en una familia con solo una televisión pueden tomar sus clases en línea sin tenerse que preocupar de encimar los horarios; cuántos cuadernillos; cuántos, cuántos, cuántos.

La educación parece tratarse como un asunto meramente económico, de números. Hay que saber cuántas personas están matriculadas en educación media superior; si son más que en administraciones pasadas, entonces vamos mejorando. Si se crearon 19 millones de cuentas de correo electrónico para iniciar un proceso educativo en línea, es porque vamos por un buen camino en la educación a distancia. Si se destinaron tantos millones de pesos a crear universidades, el gobierno lo está haciendo genial porque está generando más oportunidades educativas.

Necesitamos de los números para dar cuenta de lo que está pasando en nuestra realidad educativa. Es fundamental que el señor Esteban de cuenta de cómo se está gastando la lana y a quienes beneficia. Sin embargo, reducir a números el tema educativo nacional resulta peligroso. En ningún momento escuché al Secretario explicar o argumentar porque era tan indispensable generar un programa de educación a distancia  que contemplara y esperara conseguir los mismos aprendizajes que se tenían planeados en modo presencial. ¿Por qué no preguntarse si podían generar programas educativos a distancia al margen del currículum escolar y regresar a este, cuando las clases presenciales pudieran reanudarse?

Se habló de conectividad, acceso a internet. Lo cierto es que el país tiene una infraestructura paupérrima y las desigualdades, como bien se subrayó durante la comparecencia, son enormes. ¿Acaso no pudieron imaginarse otras estrategias? Un equipo de trabajo robusto y, ¿lo único que se les ocurrió fue clases por internet, televisión radio y unos cuantos cuadernillos repartidos conforme al nivel de marginación?

Para el próximo año se anuncian cortes presupuestales, programas sin recursos. Se necesita dinero para sacar proyectos adelante. Se precisa de un gestor que administre los recursos y nos informe como se gastan; pero también es vital conocer cuál es el plan de acción. ¿Por qué se toman ciertas decisiones y no otras?, ¿por qué gastamos millones en las nuevas universidades para el bienestar “Benito Juárez García” y no se invierte en las universidades que existen actualmente?, ¿Por qué es importante para el gobierno que haya más universitarios?

¿Por qué quieren educar? ¿Sobre qué quieren educar? Y ¿Para qué quieren educar?... ¿Quieren educar?

Como gobierno son preguntas que tendrían que circular de continuo, ser relevantes. En esta escena no se cuestionó, tal vez en otra, en otro tiempo.

Publicado en periódico IMPAR 19 de octubre 2020. 

México.

CONACYT corta convenio con la IBERO

Ahí están, Las miro en el territorio nacional, instituciones con propósitos específicos, funciones claras y estructuradas que, con base en un marco legal, administran presupuestos y actividades para alcanzar sus metas; pueden dar giros inesperados, cambiar sus funciones, administraciones, estructuras y hasta sus propósitos. Ellas están vivas. Ahora más que en la primera, la segunda y la tercera transformación, las instituciones se mueven.

Aplauso para las autoridades, gobernar un espacio social con instituciones que ya han mirado a los ojos a medusa nos coloca en la quietud y el silencio, apaga toda posibilidad de movimiento y crecimiento.

Aplauso que se pudre antes de hacer eco. Recortar presupuestos sin detenerse a pensar qué se está mochando, anular acuerdos antes de establecer diálogos y tomar decisiones solo mirando a través de un catalejo montado sobre el barco pirata nos puede llevar al borde del precipicio que se halla al final del horizonte. Es importante mirar desde distintos lugares, abrir la mirada y los oídos antes de soltar machetazos con la buena intención de hacer crecer al país.  

Resulta que el CONACYT, a través de la Dirección Adjunta de Desarrollo Científico, “Diseña, desarrolla e implementa políticas y programas de apoyo, para promover y fortalecer el desarrollo de la investigación científica básica y aplicada, coadyuvar a la formación y consolidación de capital humano de alto nivel académico, contribuir a mejorar la capacidad de innovación con bases científicas, y colaborar en la apropiación social del conocimiento.” Para cumplir con estas actividades, esta dirección administra distintos programas. Uno de ellos es el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), que desde hace 36 años tiene el objetivo de reconocer el trabajo de las personas que dedican su tiempo a producir conocimiento científico y tecnológico. A través de evaluaciones por pares se otorgan nombramientos al mismo tiempo que se dan estímulos económicos para incentivar la investigación y la producción de conocimiento.

La semana pasada se hizo del conocimiento público que el estímulo económico destinado a personas que pertenecen a este sistema y que trabajan en la Universidad Iberoamericana desaparecerá a partir de noviembre del presente. Esta medida se suma a la tomada el 23 de enero del presente en la que se suspendió el estímulo económico a Investigadores del SNI de diferentes escuelas privadas por vencimiento del convenio institucional  con CONACYT.

Parece ser que las investigaciones realizadas en estas universidades privadas son menos relevantes, o que los investigadores que laboran en dichos institutos tienen menos méritos.

Lo cierto es que son decisiones sin pies, hechas con prisa y prejuicios. ¿Cuáles son esas investigaciones que se quieren tirar por la borda? ¿Qué se está investigando en estos espacios? ¿Quiénes son estos investigadores?

Una distinción entre instituciones privadas y públicas que deja de lado a las personas que laboran en ellas, sus méritos y los alcances de sus investigaciones.

Probablemente la Universidad Iberoamericana tomará medidas para que no se vean afectados sus investigadores y chance hará menos amargo el trago. Esto no desaparecerá en ninguna medida el sablazo sordo y lleno de prejuicio.

Publicado en periódico IMPAR 12 de octubre 2020. 

México.

Dos de octubre en la memoria

Si desconfío de mi memoria —es sabido que el neurótico lo hace en medida notable, pero también la persona normal tiene todas las razones para ello—, puedo complementar y asegurar su función mediante un registro escrito. La superficie que conserva el registro de los signos, pizarra u hoja de papel, se convierte por así decir en una porción materializada del aparato mnémico que de ordinario llevo invisible en mí.

Sigmund Freud.

Desconfío de mi memoria, voy a los registros, a las páginas de internet que saturan el espacio virtual con información. Marcas sin huella, múltiples unos y ceros van delineando ideas, narraciones, acontecimientos que fisuraron nuestro espacio tiempo y dejaron una huella en la superficie. Hay cicatrices en una sociedad que ya no sabe que pasó. En los textos encuentro hendiduras en la piel que cuentan historias de puntitas, a medias y desfiguradas.

¿De quién es esta memoria que graba los acontecimientos del dos de octubre? ¿Quién escribe lo que pasó? ¿Quién da lectura a lo escrito? ¿Dónde están escritos estos acontecimientos?

Hay una huella de lo ocurrido hace 52 años guardada en la memoria colectiva. Esa huella está dispersa en el ambiente. Millones de gotas aerosol bailan por el mundo, contienen marcas de un pasado doloroso, datos codificados y deformados con información de un dos de octubre.

Basta googlear dos de octubre y frente a nuestros ojos se aparece un mar de información escrita de manera aparentemente ordenada por chorrocientosmil fulanos; pero esa no es la memoria, en el mejor de los casos, es aparato auxiliar de la memoria, superficie con apariencia ilimitada que se pierde en el infinito y en muchas ocasiones no encuentra punto de retorno ni cabida en el rompecabezas del presente.

En los rituales del 2 de octubre, se desata la repetición de una búsqueda de sentido en los trozos de dolor que cuelgan de las cicatrices sociales que no han dejado de sangrar ni de rasgarse.

En las banderas izadas a media asta, marchas, libros, performances, destrucción de inmuebles, pintas, danzas, cantos y llantos hay una búsqueda por dar luz a unas huellas que quedaron impregnadas en la memoria y que no acaban de contornearse.    

Muchos gritos, un grito, voces llenas de significantes, con tantos significados que se pierden en el colectivo.

Tras medio siglo no hemos sido capaces de apropiarnos de una historia que nos llene de sentido, que nos impregne de fuerza; no hemos hallado la forma de movernos de lugar. Vamos buscando un origen atrás, atrás, atrás. Y hacia delante seguimos siendo los masacrados. Cada año caminamos acumulando ecos, buscando culpables y desapareciendo; demandando respuestas al que no es.

Estamos llenos de olvido, los registros no nos alcanzan para para darle contenido a la memoria invisible que hay en nosotros.

Algunas veces me encuentro en nosotros y otras tantas me pierdo. Pierdo los trozos de memoria y me quedo en el olvido, suspendido entre lo escrito y las marcas de lo que antes fue escrito o pienso que fue escrito. Pero siempre con marcas de sangre.

Publicado en periódico IMPAR 5 de octubre 2020. 

México.

Una idea brillante

Chamacos normalistas fueron balaceados, cuentan que se manifestaban en contra de una disque disminución a las matrículas del estado, lo cierto es que no se detuvieron en un retén y se ganaron unos plomazos, dos personas recibieron unos rozones. “Postal Michoacán, 28 de abril 2020”

Alumnos de una normal en Tiripetío fueron atropellados por policías. Los uniformados solo querían acabar con el borlote. Los malandros normalistas boteaban y hacían caos deteniendo autobuses de pasajeros,  bloqueaban el paso, había que dejarles ir la lámina. La cosa acabó con varios heridos. Seguramente los muchachos no asistieron a la marcha conmemorativa ni al foro que tenían planeado. “Postal Michoacán, 11 de septiembre 2020.

Normalistas de Ayotzinapan arman todo un chow de violencia en las oficinas del Congreso de Guerrero, piden a gritos videos de cámaras de seguridad del inmueble, siguen emberrinchados por unas desapariciones forzadas a compañeros hace 6 años. “Postal Guerrero, 22 de septiembre 2020”

Maestros chillones demandan pagos atrasados, no entienden nada de la procrastinación gubernamental, andan cruzando camiones en carreteras, quemando llantas y entorpeciendo los rigurosos itinerarios comerciales. “Postal Chiapas, 24 de septiembre 2020”

Normalistas iracundos marchan para demandar que se libere a un profesor detenido el pasado 29 de junio del 2020, según la señora justicia, andaba de delincuente. Dicen los manifestantes que lo privaron de su libertad durante una revuelta en la que exigían plazas y una audiencia con el mister president. “Postal Michoacán, 25 de septiembre 2020”

Las escuelas normales producen postales inconvenientes para la paz y la prosperidad del país. La actual administración trabaja en un diseño de país para acabar con esta violencia producida por niños criticones y pedinches. Ya basta de griteríos, quejas y demandas. Ya estuvo suave de chiquillos argüenderos que con palos y piedras van por la vida agrediendo al personal de seguridad, afectan la economía nacional y dibujan fotografías que dan mala fama a nuestro territorio.

Durante el gobierno de Peña, desaparecieron a 43, se hizo un hervidero de indignación en el país, miles y miles de mexicanos expresaron su indignación.

Díaz Ordaz, varios años atrás, masacró un dos de octubre a varios universitarios en el centro del país; sin embargo, en lo que restó de ese año y todo el que siguió, se sucedieron muertes y desapariciones de normalistas a lo largo de todo el territorio nacional. Murió un número desconocido de alumnos y se cerraron 16 normales.

El señor Andrés sabe de historia, sabe que las normales saben dar dolores de cabeza, Tiene una idea brillante; no quiere seguir el juego de sus predecesores, en lugar de desaparecer alumnos va a convertir a las normales en nuestros dinosaurios del futuro. Esas escuelas causan muchos problemas, generan espacios de pensamiento crítico, posibilitan la construcción de vínculos afectivos con la comunidad, dan lugar al diálogo y al cuestionamiento, son espacios de educación y estos, no le dejan nada bueno a México. Por fin, un presidente decidido a acabar con el problema de raíz.

Publicado en periódico IMPAR 28 de septiembre 2020. 

México. 

lunes, 12 de octubre de 2020

Escuela de tiempo incompleto

Escuelas de tiempo completo, tiempo de escuelas, escuelas completas, completando el tiempo en las escuelas, de tiempo en tiempo a la escuela. Ya no habrá tiempo en la escuela completa. Un programa incompleto nos espera en la escuela.

Se anuncian mochadas por doquier para el sector educativo. Una lluvia de navajazos se predice para el 2021. El programa de Escuelas de Tiempo Completo que dio inicio en el 2006 está por cerrar un ciclo. Todo lo que inicia, en algún punto tiene un final y al parecer este 2021 será la fecha de cierre para este, que a los ojos de la actual administración no tiene nada de bueno.

Desde que comenzó el sexenio, Andrés cacaraqueó que se iban a barrer las escaleras, que se iba a acabar con proyectos huecos, fantasmas. Sabíamos que daba inicio un periodo lleno de acciones contundentes y radicales. Algunos machetazos prometían ser certeros y otros tantos presumían desde el comienzo fallas. Lo que me queda claro al paso del tiempo es que quienes están dando sablazos al por mayor, aquellos personajes, encargados de barrer escaleras, pasillos, patios, baños y salones de clases, entre otros tantos rincones del país; tienen problemas serios en los ojos. Tal vez, nuestro gobierno sufre de astigmatismo exacerbado o miopía; chance, traen el cubre bocas muy arriba, o que padezcan alguna infección seria en el lagrimal.

De ser aprobado el Proyecto de Presupuesto de Egresos para el 2021 que entregó el gobierno federal, se acaban las escuelas de tiempo completo. Un programa que tenía como objetivo, disminuir el rezago educativo y brindar alimento a sus alumnos, llegará a su fin. Un programa que beneficia a muchos mexicanos, que había sido auditado y que arroja resultados positivos, acabará en el bote de la basura. Las escuelas de tiempo completo no van a desaparecer porque sean ineficaces, tampoco se van a esfumar porque estén inundadas de corrupción. Simplemente es un proyecto que no se le ocurrió a la cuarta transformación.

A los ojos de nuestra administración es sensato y lógico desaparecer un proyecto que beneficia a montones de niños en situación vulnerable, desvanecer los recursos que abren caminos diferentes en la dinámica social y, que gran parte de estos, paran en escuelas indígenas y rurales.

Mucha coherencia en esta cuarta transformación, por un lado nos anuncia el presidente que va a proponer a una mujer indígena para estar a la cabeza del CONAPRED y por el otro, corta recursos que posibilitan otras formas de existencia a los grupos sociales más marginados. El círculo está perfectamente cerrado con estos gobernantes. La Justificación para proponer a una persona indígena como titular del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación es que sabe perfectamente de que se trata la discriminación. Hay que recortar estos programas que se aparecen como alientos de posibilidad, no se les vaya a olvidar de que va la discriminación… y luego, ¿a quién proponemos para estos organismos, que al mismo tiempo le parecen al presidente tan inútiles?

Publicado en periódico IMPAR 21 de septiembre 2020. 
México.

Normales agonizantes para el 2021

Existen doce principios rectores que rigen el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024. El número siete dice: No dejar a nadie atrás, no dejar a nadie fuera. Es un decir, dirán nuestros gobernantes. ¿Atrás de qué? ¿Cuáles son los límites del adentro y el afuera que plantean? Adelante, atrás, fuera, dentro, palabras dicotómicas que marcan una oposición. Hay en el discurso premisas escritas con tinta indeleble que marcan un ritmo y un sentido único e inequívoco, un jaloneo, un principio moral que estructura y da contorno a una sociedad con desigualdades abismales. Los que están delante son los buenos, los del equipo ganador; quienes quedan atrás, son aquellos que salen perdiendo; Los del norte y los del sur. ¿Y si volteáramos nuestros mapamundis y comenzamos a leer de abajo a arriba?

Antes de leer que todas las niñas, niños y adolescentes estarán dentro del sistema educativo nacional y  que los maestros van a ser revalorizados como agentes fundamentales del proceso educativo, leamos de abajo a arriba: Autorizaron pasos en la admisión y promoción del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros, aún sin la aplicación de los exámenes correspondientes estipulados en la ley; Han otorgado becas a alumnos matriculados en la educación pública sin un seguimiento sistematizado; dieron el banderazo oficial al nuevo ciclo escolar, con los mismos contenidos planteados en el programa escolarizado, asumieron que todos los mexicanos se encuentran en las mismas posibilidades de aprender; al fin de cuentas, todo el mundo tiene tele. Y ahora quieren recortar el presupuesto a la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación (DGSPE),  

Hay una cuarta transformación gritoneando y accionando para un adentro que no termina de delimitar, va hacia un delante sin rumbo, va taponeando los baches con tierra, esperando que no caiga un aguacero.

¿Qué es la educación para esta cuarta transformación? Sin dinero para las normales, se van secando los semilleros de pensamiento crítico, las demandas sociales se detienen, la consciencia social hace una pausa, al menos por un frente. Desde los márgenes que delimitan el adentro y el afuera, las normales no solo enseñan a los futuros maestros a impartir aritmética y ortografía, son espacios que posibilitan el cuestionamiento social y político.

¿Será que este gobierno necesite de esta clase de educación, o le convendrá dejarla fuera y detrás? Los pensamientos revolucionarios, actos contestatarios y movimientos sociales en el país, tienen su germen en escuelas normales y estos, no le convienen a un gobierno autoritario.

Leo en esta trampa de letras revueltas y confusas que hay una intención por revalorizar la función docente, pero no como actores sociales encargados de posibilitar el pensamiento crítico en los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Encuentro entre líneas con mi mapa patas para arriba, que no quieren a nadie fuera del proyecto educativo de este gobierno, un proyecto que educa para mantenerse en el poder, para siempre ser aplaudidos y nunca cuestionados. 

Publicado en periódico IMPAR 14 de septiembre 2020. 
México.

La educación en el segundo informe de gobierno

De acuerdo con el segundo informe de gobierno, la educación “constituye el medio más efectivo para atenuar las desigualdades sociales, inclusive aquellas asociadas con alguna discapacidad en las personas.” Además subraya que la educación es concebida en este país como un derecho humano, de ninguna manera se piensa como un privilegio.

Parece que este asunto de la educación si se lo está tomando muy en serio este gobierno, según las cifras informadas para 2020, el gasto nacional en educación alcanzó  los 1511509.6 millones de pesos, cifra que no todos los mexicanos son capaces de leer; pero que a todos nos cuesta.

Montones de billetes son destinados a la buena educación, o tal vez estemos exagerando, tal vez sea a la educación regular, chance se refieran a la continuidad de una educación, la que sea, con tal de que haya más certificados que contar.

Con este informe nos enteramos que: “En el ciclo escolar 2019 -2020, el gasto público por alumno en educación básica fue de 27.5 miles de pesos; en media superior de 33.6 miles de pesos; y en educación superior de 82.6 miles de pesos.

Una buena lana se gasta el gobierno en cada chilpayate estudioso.

Hartos números, parece que las cosas van muy bien en este sexenio, le atoramos a la educación y ¡Púmbalas! Nos deshacemos de las desigualdades sociales; y con las becas que llegan a los morros del país para que sigan estudiando ya la armamos. Damos el dinero a diestra y siniestra, no hay porque dar seguimiento, mientras estén matriculados en el sistema, hay que confiar en que están aprovechando las oportunidades de papá gobierno.

Andrés Manuel está limpiando toda la corrupción que inundaba los pasillos de las instituciones. Va desarmándolas quebrándolas, desapareciéndolas, les pone nuevos nombres y nuevos mandos. Salieron a borbotones las personas de los organismos, unos corruptos, otros no, entraron nuevos, unos corruptos, otros no. Nos informó bien este señor en su documento. Caminó entre las instancias con su machete, cortando cabezas, degollando edificios, el chiste era mostrar su poder. Ya no es el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación INEE, ahora se llama Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación MEJOREDU; dio nacimiento a la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros USICAMM. 

Chulas decisiones se han tomado en el gobierno, hartas becas, hartas teles, hartos machetazos. Con las evaluaciones en pausa, todos los niños pasan de año, la admisión y promoción de docentes se hace sin exámenes, abriendo la duda al dedazo. Los maestros en los márgenes de la Mátrix. Unos más allá del internet, otros más acá en los medios analógicos.

Hay nuevas materias, muchos canales de televisión transmitiendo clases, numerosos contenidos pedagógicos en internet, brechas de desigualdad más grandes y mucho dinero puesto sobre la mesa. Seguimos sin saber claramente cómo se gastan esos pesitos. De fondo no hay grandes cambios, mucha propaganda y poca carne.

Publicado en periódico IMPAR 7 de septiembre 2020. 
México.

Televisión como pretexto

Las construcciones escolares se encuentran cerradas, salones vacíos, patios desiertos y bancas rebosantes de ausencia; son fotografías que enmarcan la realidad educativa del momento. Las comunidades escolares, se adelgazaron, fueron golpeadas, zangoloteadas, y en muchos casos menospreciadas; pero no desaparecieron, al menos, no todas.   

Muchas comunidades escolares están tuertas, cojas y malheridas, enfrentan dificultades que empujan a un vacío solitario y a la inacción. La zanja esta puesta frente a nuestros ojos. Las estadísticas, como el oráculo de Delfos en otros tiempos, profetizan desgracias, ausencias y desigualdades terribles, muchos medios de comunicación anuncian el desplome educativo.  

Es improbable que la educación no sufra heridas. Habrá rasguños, sangre coagulada y mucho atraso; sin embargo, esta tragedia no está siendo escrita por robots (aún). Los actores escolares son de carne y hueso y están impregnados de voluntad y libre albedrío. 

No existe “La escuela”. Hay, desde hace muchos años, una intención por homogeneizar la educación, sistematizarla y delimitarla cuidadosamente. Esta misión se encuentra lejos de llegar a su meta. Tenemos una variedad inmensa de escuelas. Cada centro escolar tiene maestros, alumnos, directivos y padres de familia únicos. Cada ecosistema tiene sus propias contingencias, riesgos y oportunidades.

Todas las escuelas tienen sus aulas vacías. Pero cada comunidad tiene la obligación de encontrar posibilidades de acción en medio del torbellino.

El gobierno federal resolvió dar inicio a un ciclo escolar oficial en medio de la pandemia, decidió seguir caminando, o seguir haciendo como que camina en medio del abismo pantanoso y oscuro. Las autoridades pagaron unos pesos a las televisoras para poner en pantalla una serie de contenidos educativos. Los contenidos educativos no son la escuela, no tienen que ser los sustitutos de los maestros. No van a resolver el problema de la educación en el país.

La televisión, los programas que han decidido estructurar y llenar de contenido pedagógico un grupo de personas en el poder no son, ni serán la educación del país. La educación la van a hacer las comunidades escolares.

Pugnemos por hacer de la tele un pretexto educativo. Que los contenidos en internet, para quienes tienen acceso a ellos, los programas radiofónicos o los múltiples canales de televisión que se inventaron para multiplicar información, sean lo que antecede al texto. El texto no solo como escritura, no como un espacio informativo. El texto como tejido, como intercambio de hebras dadas por unos y por otros. Tejido social, que abriga, contiene y da forma a la sociedad.

Publicado en periódico IMPAR 31 de agosto 2020. 
México.

lunes, 24 de agosto de 2020

Clases por televisión para todos

Los esfuerzos por integrar a la televisión a los planes educativos del estado tienen casi 70 años.

En 1951, estudiantes de la Escuela Nacional de Medicina, presenciaron en vivo y a color, lecciones de anatomía; el primer programa de Canal 11, en 1959, fue una clase de matemáticas; en 1965 dio inicio el programa piloto de Alfabetización y telesecundaria por televisión a cargo de la Dirección General de Educación Audiovisual. El primero fue suspendido en 1970, solo duró cinco años.

Para formalizar el proyecto de telesecundarias en México, el gobierno investigó cómo se había utilizado la televisión como medio pedagógico en otros países,  desarrolló un programa piloto con exitosos resultados.

El 29 de agosto de 1967, hace casi 53 años, Pedro Gringoire publicó en el Excelsior un artículo que reconocía que la televisión “era valiosa y eficaz como auxiliar del maestro en la enseñanza, pero jamás  podría sustituirlo. El elemento primordial de la enseñanza era el maestro. Por vívido y gráfico que apareciera el maestro ante el telespectador, se trataba de su imagen, y entre ésta y la persona del alumno, no podría haber comunicación, lo más valioso en la enseñanza. Faltaba el valor humano de la relación directa, viva y personal. En otras palabras, en un proceso normal de educación, el maestro era insustituible. Por tanto a pesar de los grandes valores de la televisión, debía empleársela sólo como auxilio y no como elemento principal de la enseñanza”

En 1968 el Secretario de Educación Pública, Agustín Yáñez, suscribió un acuerdo mediante el cual otorgó validez oficial a los estudios realizados  en Telesecundaria, A  partir de este momento Las Telesecundarias han sido parte del Sistema Educativo Nacional.

De acuerdo con las cifras de la SEP, para el ciclo escolar 2018-2019, el 46% de las escuelas de nivel secundaria eran telesecundarias y el 21% de los alumnos de educación secundaria en México estudiaban en telesecundarias.

Montones de niños ya estaban educándose con la televisión antes de que llegara la pandemia y otros más lo hacían desde sus casas con los contenidos tan vivarachos que se transmiten en las televisoras que ahora son aliadas oficiales de las autoridades educativas.

La televisión como herramienta principal en el programa Aprende en casa II es necesaria en un territorio cuya infraestructura es paupérrima, se nos aparece como un medio pedagógico que puede dar esperanza y posibilidad a millones de niños que se encuentran entre la desazón y la indiferencia. Faltará el maestro que haga diálogo. Al final del día sabemos que el bache en el asfalto será devastador y la brecha de desigualdad crecerá terriblemente; sin embargo, durante muchísimos años se ha empleado para dar posibilidad en medio de la marginación. Es un excelente apoyo en el ámbito educativo.

Televisión compañía, fantasma que hará, hace y ha hecho migas con la infancia olvidada de nuestro país.

El problema de este proyecto no está en los medios que utiliza para dar respuesta a un problema que hasta hace unos meses era pura fantasía. Las desigualdades y la triste calidad educativa que existe son características añejas de un sistema viciado y desinteresado. El peligro aparece cuando las autoridades educativas se posicionan en el lugar del ¡No pasa nada! Nuestro Secretario de Educación afirma con orgullo que los contenidos educativos incluirán los aprendizajes esperados. ¿Qué esperamos que aprendan los niños? ¿Por qué tendríamos que esperar que aprendan lo mismo en situaciones tan disimiles?

Hay una invitación clara por parte de nuestras autoridades, Hagamos de cuenta que los niños van a aprender lo mismo con y sin maestros, dentro y fuera de la escuela. Los pasamos de año y ahora que regresen a la modalidad escolarizada, que los maestros evalúen el rezago educativo y ya, lo vamos sumando al rezago en el que vive el país.

El gobierno quiere un pueblo que tenga una mayoría con educación media superior; no importará que esa mayoría a duras penas sepa leer y entienda muy poco lo que significan los sonidos que salen de su boca cuando une una letra con la otra.

“Tendremos la mejor educación posible” dijo Moctezuma, y es cierto, hay una dificultad técnica que pone boca abajo las dinámicas pedagógicas que se vivían antes de la pandemia. Y como autoridad tienen la responsabilidad de dar respuesta. Sería enriquecedor si el gobierno prestara atención a las voces magisteriales que proponen desde la diversidad  y apoyara las distintas propuestas que nacen en los contextos. Sería provechoso que se diseñaran planes pedagógicos específicos para estos tiempos y estas condiciones. Que se hiciera una apuesta en pro de la lectura en lugar de pensar en dar continuidad a los planes educativos en un afán por tapar el sol con un dedo. 

Un fragmento de este texto fue publicado en periódico IMPAR 24 de agosto 2020. 
México.

La prisa

Nos corre prisa por tener, responder, solucionar y acabar. Somos el conejo blanco de Alicia, siempre retrasados, haciendo como que hacemos, corriendo detrás del tiempo. Nos hemos olvidado de hacer pausas, de pensar, repensar y rumiar. Hay una urgencia por hacer de cuenta que la pandemia no rompió rutinas, por instaurar una nueva normalidad.

Las escuelas están cerradas y las autoridades educativas prefieren taponear con parches mal cocidos una situación que nos golpea, que detenerse a asumir el agujero en el que estamos cayendo.

¿Y si el 24 de agosto no comenzaran las clases? ¿Si le diéramos voz a los maestros para encontrar soluciones en la diversidad del país? ¿Sería tan grave tomarnos un tiempo para pensar en el problema por más de un segundo?

En estos días vi el documental “De panzazo” de Loret de Mola y Rulfo, gran parte del material está dedicado a relacionar el defectuoso trabajo de los docentes en el país con el escaso aprendizaje de los alumnos. Y ahora montones de alumnos se quedarán sin maestros, no importa si eran buenos o malos, desaparecerán del mapa. Oficialmente iniciarán las clases, vamos a correr detrás de una pelota de aire en el espacio etéreo del televisor, sin una mirada que de consistencia a los aprendizajes de los alumnos. El secretario de educación anuncia una nueva era educativa, cargada de presentadores de televisión e impregnada de ausencia magisterial.

En esta nueva forma de hacer educación nos faltarán maestros, escuelas y alumnos. Nos van a sobrar un montón de televidentes con la demanda de pasar de año. Hay madres, padres y gobernantes con una prisa enorme por gritar al cielo que los niños de México concluirán un ciclo escolar más. Se vislumbra una farsa que invita a hacer de cuenta que se va a enseñar.

Existe la idea de que a mayor grado académico, mayores posibilidades de encontrar trabajo, de mejorar la calidad económica. No importa ya qué aprendan los niños, todos tienen que terminar la secundaria, todos tienen que concluir el bachillerato, TODOS tienen que acabar una licenciatura.

Olfateo en el ambiente una ambición por tener un país con gente que tenga enmarcado un título universitario en la sala de su casa. Miro desdibujado entre las nubes a un gobierno que se muere de ganas por incrementar el número de mexicanos que concluyen grados escolares, quieren  ponerse la medallita en la solapa del saco. En esta búsqueda, los aprendizajes no son relevantes, no importa que pasen de mentiras, de panzazo mientras los números en sus gráficas crezcan. No les interesa formar ciudadanos, mientras se construyan consumidores medianamente capaces de endeudarse sin ton ni son, será más que suficiente.

No entiendo por qué nos corre tanta prisa por dar el banderazo oficial a un nuevo ciclo escolar que atropella  la posibilidad de pensar en una educación de calidad en pro de una ficticia continuidad pedagógica en manos de un grupo de empresarios a cargo del entretenimiento en el país.

En fin, al parecer vamos a seguir corriendo, vamos retrasados. 

Publicado en periódico IMPAR 17 de agosto 2020. 
México.

lunes, 10 de agosto de 2020

Maestro a control remoto

Revisando el cajón de chunches viejos en casa de mi madre me encontré con unas cartas que nunca llegaron a su destino. Líneas que escribí cuando era un niño pequeño y que tenían la misión de entablar comunicación con el tío Gamboín, un presentador de programas infantiles en un canal de televisión público. Me emocionaba la idea de formar parte del club de amigos de XHGC. Quería que este personaje diera cuenta de mi existencia. Mis padres decidieron que estas cartas tenían más valor en un rincón oscuro y polvoriento de la casa, que en la oficina postal. Estas hojas de papel con unas cuantas letras me recuerdan un tiempo en el que quería una mirada de vuelta por parte de la televisión.

Esos recuerdos pertenecen a un tiempo viejo que viene de regreso con gran fuerza y hambre de comerse aquello que no se encuentra bien cimentado. Anuncia el desmoronamiento de una educación precaria que se sostenía con el esfuerzo de un ejército de docentes.

Está por alcanzarnos un tiempo tsunami que le ha costado al gobierno 450 millones de pesos aproximadamente. Unos cuantos pesos que van a asegurar una programación llena de contenidos pedagógicos. El gato GC, amigo del tío de todos los niños, no viene de vuelta con este tiempo, pero no importa, ya nos anunció Esteban Moctezuma que la elección de los maestros que estarán frente a las cámaras no fue tomada a la ligera. Mencionó que: “Se hizo un estudio sobre quienes eran las maestras y los maestros más prestigiados, más reconocidos en la Ciudad de México porque se tienen que trasladar todos los días a grabar. Y de ahí es donde salieron las maestras y los maestros que van a apoyarnos en Aprende en casa 2 para el regreso a clases” Me llena de curiosidad saber más acerca de este estudio, cuál fue su metodología, los criterios de selección de la muestra de docentes que participaron y los criterios de evaluación. Seguramente fue un trabajo de investigación serio y riguroso; lástima que no lo encontré en la red.

Un puñado de profesores se va a encargar de llevar conocimiento, valores y herramientas a la mayoría de los niños que habitan el territorio nacional. ¿Dónde queda la atención a la pluralidad? ¿Cómo pensar en adecuaciones curriculares? ¿Qué significa inclusión y equidad en este proyecto? Unos cuantos personajes de la televisión tendrán la responsabilidad de formar a los niños mexicanos. Es una apuesta muy grande la que tiene entre manos el gobierno. Si este experimento forzado y maltrecho tiene éxito, podremos reducir el presupuesto a la educación significativamente. Unos cuantos robotines podrán administrar la educación a distancia en todos los rincones del país.

Se avecina una generación de niños que buscarán una mirada de vuelta en la televisión. Niños carentes de alteridad que les rete a aprender nuevas cosas, estudiantes que tendrán preguntas, inquietudes y comentarios que nunca llegarán a su destino.

Publicado en periódico IMPAR 10 de agosto 2020. 
México.

viernes, 7 de agosto de 2020

¿Educación a distancia o clases que distan de ser educación?

Desde el 23 de marzo los salones se vaciaron. Las autoridades educativas en un intento por impartir y garantizar la educación en el país, instauraron acciones que en alguna medida, aseguraron la educación en algunos sectores del territorio.

La pandemia no acabó con el fin del ciclo escolar, los muertos siguen aumentando, la angustia sigue creciendo y las desigualdades continúan machacando. Se avecina el regreso a clases y está claro que los salones seguirán vacíos. Las clases darán comienzo a distancia, las estrategias que se ponen sobre la mesa no son muy distintas a las que se utilizaron para terminar el periodo anterior.

Ya desde el 8 de abril, en las 10 sugerencias para la educación durante la emergencia por COVID 19 que publicó Mejoredu, se pusieron en perspectiva las apuestas que se estaban haciendo en la llamada educación a distancia. Según el INEGI 2019, solo el 43% de los hogares en México cuentan con computadora. En el mejor de los casos, el 57% de los hogares en México tendrá acceso a una educación en línea. Casi la mitad de la población en nuestro país tendrá que arreglárselas con los programas televisivos y radiofónicos. Mejoredu hacía un llamado a dar atención a aquellas poblaciones que no cuentan con tecnologías de la información y la comunicación, o a servicios de telecomunicación o radiodifusión. Invitaba a garantizar el acceso a materiales educativos físicos en el hogar.

De todos los panoramas que se ofrecen a la distancia, solo la educación en línea cuenta con la posibilidad de una comunicación bidireccional, un intercambio de información. Parece que esta característica es más una suerte que una búsqueda.

La distancia de los cuerpos supone un regreso al origen de infancia, in-fans, los incapaces de hablar. Tal vez, la propuesta sea vomitarles información para comprobar la existencia de una educación, una educación en silencio. Estas nuevas formas de hacer clases, nos acercan más a un ámbito informativo, disponen escaparates a los que uno puede o no acceder dependiendo de la casta.

Hay un discurso que flota en el ambiente con el slogan: la revalorización del docente. ¿Dónde queda el docente en estas nuevas prácticas de hacer educación a distancia? ¿Se estará convirtiendo en evaluador compasivo y colector de tareas?

El docente, tan importante figura encargada de hacer encuentros, posibilitar el diálogo y la construcción colectiva, se desvanece en las estrategias de nuestra Secretaría de Educación.

¿A qué intereses responde que no se detengan los ciclos escolares? ¿Por qué no se asume que el país no tiene la infraestructura para dar inicio a un ciclo escolar en todas las condiciones a todos sus habitantes? ¿Se puede pensar en otras formas de hacer educación?

Preguntas abiertas a ser contestadas, para construir diálogos que posibiliten encuentros.

Publicado en periódico IMPAR 3 de agosto 2020. 
México.

Los futuros de la educación

Los futuros de la educación es el nombre de la iniciativa a cargo de una comisión internacional de la UNESCO. Esta iniciativa tiene como propósito reexaminar y replantear la manera en que la educación y el conocimiento pueden contribuir al bien común mundial. Impulsará un debate sobre cómo el conocimiento y el aprendizaje pueden moldear los distintos futuros de la humanidad.

Para la comisión, la innovación y la apropiación del futuro deben estar anclados en el ámbito local y debatirse a nivel mundial. Los futuros de la educación tienen múltiples puntos de partida, destinos y caminos. Comienza su andar en la diversidad, cuestionando el papel de la educación en la vida de las personas.

Hay en el mundo un grupo de personas cuestionando el para qué de la educación, preguntándose sobre los futuros que estamos construyendo con la educación y en la educación.

La directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay, afirmó en el evento de inicio de la comisión que la educación no solo es una cuestión de dignidad o de derechos humanos; también tiene que ver con cambiar el mundo.

La creación de esta comisión subraya los contextos plurales en los que las desigualdades, carencias y violencias se han recalcitrado. Ilumina las grietas que se hunden en los derechos humanos y reducen las posibilidades de transformación. Tiene la iniciativa de pensar y mirar la educación desde otros lugares, con otras luces para poder generar políticas públicas con lógicas distintas.

Las autoridades educativas del país pueden o no considerar los cuestionamientos de los que parte esta iniciativa, pueden aceptar o declinar la invitación a moverse de un lugar de certezas, comenzar a andar sobre un terreno un poco más pantanoso, menos seguro y un tanto más diverso. Tal vez vale la pena comenzar a mover los acentos; pensar en la pluralidad y en lo que nos puede ofrecer; repensar con que vamos a llenar el significante de calidad educativa; cuestionar los planes de estudio, los métodos de enseñanza; interrogarnos sobre las relaciones entre docentes y alumnos antes que por sus respectivas revaloraciones.

¿Qué tan importante es que todos los mexicanos tengan un papel que acredite que cumplieron con la educación media superior? ¿Por qué necesitan todos los niños del país acreditar el año escolar aunque no se hayan adquirido los conocimientos esperados? ¿Qué futuros queremos construir?

Esta iniciativa que dio comienzos a finales del 2019 podría cambiar nuestros horizontes y generar nuevas historias. Las narrativas que construimos pueden dar giros, tomar caminos alternos. Es claro que ahora mismo el país cuenta con un sistema de educación precario, viciado y lleno de certezas que cambian de color con los cambios de gobierno. Hace falta voluntad y fuerza para dar paso a los diferentes cambios; también es cierto que los cambios se pueden dar desde dentro, en la relaciones que se gestan dentro de las escuelas. La invitación a pensar distinto la educación va para todos los involucrados en el proceso pedagógico.  

Publicado en periódico IMPAR 27 de julio 2020. 
México.